«Hoy se ha visto quién está a favor del dialógo y quién en contra», blandió ayer Miquel Iceta tras el portazo a su designación como senador. Los socialistas, que acusan a los secesionistas de haber «volado los puentes de diálogo», afrontan ahora las consecuencias que tiene este revés, empezando por el recurso que han presentado ante el Tribunal Constitucional (TC).

Mientras el PSOE ya empieza a pensar en buscar un candidato alternativo a presidir el Senado, el PSC no presentará otro candidato a senador hasta que no se resuelva el recurso, en el que piden medidas cautelares y que tiene como objeto el cambio en el método de votación. Los socialistas pidieron ayer un informe oral a los letrados del Parlament después de que se volviera a rechazar la votación con papeleta, fórmula que no permitía votar no y que, de facto, aseguraba la designación de Iceta, que solo con su voto ya sería elegido. Eva Granados acusó al presidente del Parlament, Roger Torrent, de vulnerar un derecho fundamental.

LA COMUNICACIÓN / «La decisión puede dificultar las relaciones al haberse roto reglas de respeto institucional», avisó Iceta, que lanzó un dardo al president: «Yo no quiero, a diferencia de Quim Torra, acabar con nadie». El primer secretario del PSC explicó que habló con Torra y Torrent tras aceptar la oferta de Sánchez y antes de comunicarlo a los partidos: «Cuando acepté la propuesta de Pedro Sánchez y tras haberlo hablado con el entonces senador José Montilla, hablé con el presidente del Parlamento y con el de la Generalitat. Y después hablamos con todos los grupos», apuntó.

La decisión de JxCat se tomó tras un debate en el que más de un diputado defendió la abstención. ¿Cuántos la preferían? «Más de los que lo dicen», responde uno de los implicados. Un miembro del Govern admitó ayer en privado que se ha actuado de forma «poco inteligente».

Pese al revés del veto, los socialistas creen que este les puede beneficiar electoralmente. «Todos los ciudadanos que no han entendido este veto tienen una manera de demostrarlo, que es votar socialista el 26-M y no dejar que la capital del país la gobierne un independentista», dijo Iceta. Pero no creen que este episodio solo les vaya a ayudar en Cataluña, sino especialmente en otras comunidades en las que habrá autonómicas, donde Sánchez puede exhibir un nuevo ejemplo de que no tiene ataduras ni pactos secretos con independentistas.

Otra derivada es en qué posición queda ahora Iceta. El líder del PSC ya había dicho que no aceptará ser presidente del Senado con la legislatura iniciada en caso de que lograra más adelante el escaño de senador. La opción de un ministerio, que él había descartado hasta ahora, podría volver a estar ahora encima de la mesa.

De todas maneras, tiene claro que quiere seguir dirigiendo el PSC y mantener su escaño en el Parlament. «No me había planteado nunca ser presidente del Senado. Pero estoy a disposición del PSC hoy y siempre, y haré en cada momento lo que creamos que tiene más sentido», dijo.