Pablo Casado se ha revuelto contra los críticos que le acusan de la debacle por su giro a la derecha. El líder del PP ha revelado que su equipo ha encargado estudios sobre la opinión de sus potenciales votantes que señalan que la principal causa por la que no les dieron su respaldo el 28-A fue la corrupción y no la radicalización de sus mensajes.

El presidente de los conservadores se ha descargado así de responsabilidad por el desplome de 137 a 66 escaños y subraya el lastre que ha supuesto para él y su nuevo equipo la herencia recibida de manos de Mariano Rajoy. Se da la circunstancia que estos días los que han alzado la voz públicamente contra la derechización del partido han sido dirigentes próximos al exjefe del Ejecutivo como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el dirigente los populares vascos, Alfonso Alonso. Lo que no dijo Casado es que en las elecciones en las que se presentó por última vez Rajoy, en junio del 2016, los escándalos de corrupción ya habían saltado, y se había juzgado a Luis Bárcenas, y a pesar de eso Rajoy ganó.

Los escándalos de la Gürtel, la Púnica, el caso Taula o la operación Kitchen afectan a destacados miembros del PP y, aunque no han sido objeto principal de debate en la campaña de las generales, sí que han pesado en el sentido del voto de los electores de derechas, según ha comentado Casado. «No dicen la prisión permanente revisable...», ha afirmado sobre las causas que los participantes en esos estudios cualitativos han puesto de manifiesto. En una entrevista en Espejo Público, el líder de la oposición ha dicho que no se ha planteado dimitir en ningún momento porque tanto Rajoy como José María Aznar e incluso Pedro Sánchez consiguieron llegar a la Moncloa al tercer intento.

Casado ha insistido en que, en el «primer congreso de la historia» del PP por «primarias», los afiliados le dieron un mandato para cuatro años y, por lo tanto, aunque se lleve un nuevo revés electoral el 26 de mayo, prevé seguir liderando la formación.

Lamentó la división de la derecha y acusó a Ciudadanos y Vox de «imitar» y «plagiar» a su partido. Por eso, concluyó, en estos próximos comicios municipales, autonómicos y europeos habría que «votar simplemente al original».