Las elecciones generales se han jugado en Madrid o en Barcelona, en Sevilla o Valencia, pero no han tenido acento cordobés. La ausencia absoluta de líderes nacionales durante la campaña ha sido la nota más destacada de unos días con mensaje polarizado y política de bloques derecha-izquierda. Los únicos que han venido a Córdoba han sido algunos dirigentes andaluces como Juanma Moreno, Susana Díaz o Antonio Maíllo, que han protagonizado estos días actos salpicados por la provincia.

Durante la precampaña sí visitaron Córdoba Pedro Sánchez (el 30 de marzo en el Palacio de Congresos), Pablo Casado (el 7 de abril en los Colegios Mayores) y Santiago Abascal (el 9 de abril en el Palacio de Congresos), que dejó pequeño el auditorio y abarrotó las inmediaciones de la Mezquita-Catedral en una fotografía inédita en Córdoba.

Por contra, ni el candidato de Cs, Albert Rivera (que sí vino para la campaña de las andaluzas), ni el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias (que también estuvo en un mitin para el 2-D), han recalado en la provincia durante sus respectivos tours. «Si Albert Rivera no viene a Córdoba estos días es buena señal», afirmaba al inicio de la campaña un candidato de esta formación, que interpretaba esta ausencia en positivo.

La agenda política nacional ha impreso el ritmo y los temas, aunque los candidatos provinciales han hecho un esfuerzo por desgranar las propuestas contempladas en sus respectivos programas para Córdoba. Con apenas actos públicos (ninguno de gran formato), repartos de propaganda electoral por barrios y pueblos, algunos encuentros sectoriales y visitas a empresas, amén de las comparecencias de prensa (de todas las formaciones políticas excepto Vox), se ha despachado la quincena. Además, la Semana Santa, donde finalmente ningún partido celebró actos públicos a pesar de la estéril polémica previa, supuso un respiro para los equipos y los ciudadanos. El pulso se retomó el lunes y el martes con sendos debates televisivos, de los que se analizaron las presencias y las ausencias, y en los que cada partido proclamó a su candidato vencedor, ya que del debate, como de la feria, cada uno habla como le va en ella.

Entre los actos más singulares organizados esta campaña destaca el curso de defensa personal que impartió el cabeza de lista de Cs, Marcial Gómez, a sus compañeros. «Nos sirvió para relajarnos en la campaña», aseguraron fuentes de la formación.

Las elecciones generales han servido de precalentamiento a los candidatos de las municipales, que están a la vuelta de la esquina (el 26 de mayo). La candidata a la reelección, la socialista Isabel Ambrosio, ha apoyado a diario a Luis Planas y al resto de sus compañeros en los actos de reparto de propaganda que han ido haciendo por los barrios de Córdoba. Con un formato similar, el candidato popular a la Alcaldía, José María Bellido, ha arropado al candidato Andrés Lorite; y también Marcial Gómez ha contado con el apoyo de Isabel Albás, la alcaldable de Cs. El hecho de que IU y Podemos concurran por separado a las municipales ha impedido que sus respectivos candidatos hayan hecho campaña en apoyo de Unidas Podemos.