Estamos a unos días de la celebración de unas nuevas elecciones que no van a acabar el día 28 sino que seguramente tendrán su efecto en las elecciones municipales del día 26 de mayo, y cuando coincidirán con las europeas. En otoño pasado, advertimos desde Construcor el hecho de que tuviésemos un 2019 prácticamente a la mitad porque, desde las elecciones andaluzas de diciembre, con la formación y puesta en marcha del nuevo Gobierno andaluz y de los gobiernos municipales y las instituciones provinciales, como las diputaciones, tendríamos nueve meses de incertidumbres jurídicas, funcionales y presupuestarias.

Para un sector como el nuestro, que mantiene una relación muy estrecha con la administración, pensemos lo que es tramitar documentación en cualquiera de las actividades como construcción residencial, obra civil o cualquier proceso de licitación, por poner unos ejemplos. Procesos largos en los que las empresas del sector estamos dependiendo, prácticamente del todo, de los tiempos que tiene la administración a la hora de actuar.

Mientras, avanzamos con expectativas sobre los planes de cada formación política respecto a las infraestructuras y la inversión pública, la planificación urbanística o los nuevos retos de las políticas de vivienda por los cambios de la sociedad.

En esas expectativas, hay una que pedimos desde Construcor, y quiero pedir como presidenta: hay que ser conscientes de la época en la que vivimos y atender a las empresas que desarrollan sus proyectos. La administración no puede ser enemiga de los empresarios.

En Córdoba hay muchos empresarios que querrían impulsar proyectos y que los tienen pendientes de aprobación en la administración correspondiente sin recibir respuestas a tiempo. Sin entrar en cómo se organiza la administración, que no me compete, el problema es de mentalidad y visión de un mundo totalmente superado y en el que cada obstáculo que se le pone a una empresa con un proyecto significa pérdida de dinero, de empleo y de imagen de la ciudad.

Es hora de tener un proyecto definido de ciudad más allá de la legislatura, definir qué Córdoba queremos tener de una vez y ponerla en marcha por encima de cambios futuros de gobiernos. Si esto se hiciera, como se hace en muchas otras ciudades, seguiríamos funcionando por encima de los períodos electorales. Y las oportunidades «confiarían» en una ciudad institucionalmente estable, jurídicamente responsable y amable con las empresas que invierten y crean empleo.

* Presidenta de Construcor