-Piden abiertamente el voto a quienes no votan al PSOE. ¿Temen que los votantes socialistas no sean suficientes?

-Nuestra preocupación es que España tiene una gran oportunidad desde el punto de vista de la agenda nacional, europea e internacional. La economía está creciendo un punto más que la zona euro. Se está creando medio millón de empleos anuales; hemos rebajado el déficit al 2,6, y la prima de riesgo está 14 puntos por debajo que hace un año. España es un país atractivo para el inversor y el ciclo económico, pese a lo que diga el PP, está yendo bien. El brexit y la ausencia italiana por la presencia de la extrema derecha nos dan una oportunidad estratégica. Pedro Sánchez está jugando esa baza, pero para llevarla adelante necesita a sus votantes tradicionales, pero también a mucha gente que entiende que el trílogo PP, Vox, Cs no es lo que desean para España.

-¿Le preocupa que los sondeos desmovilicen a la gente?

-Nuestra llamada de atención, porque tenemos muy reciente lo ocurrido en Andalucía, es que aquellos que quieran que el PSOE lleve esta política europeísta y modernizadora, frente a la visión involucionista de la derecha, tiene que ir a votar el domingo.

-¿Quién ha ganado los debates? ¿Qué es lo que menos le ha gustado de Sánchez y más, del resto?

-Los ha ganado Pedro Sánchez, porque ha sabido dar una imagen de entereza, solidez y moderación. Frente a ellos ha habido ataques crispados y muchas mentiras. Lo que menos me ha gustado es la rigidez de los formatos. Entre Rivera y Casado ha habido unas primarias para ver quién encabeza la derecha con la falta de su tercer socio, el líder de Vox. Pablo Iglesias ha tenido una actitud moderada, pero no ha presentado un plan de conjunto de lo que quiere hacer.

-¿Por qué se habla en los debates tan poco de la UE?

-Me sorprende mucho. Es importante hablar de los temas que nadie habla. Por ejemplo. En Córdoba, ¿cuál es mi ambición? Hacer de Córdoba una referencia europea en el sector agroalimentario, porque tenemos los factores básicos para lograrlo: un sector primario potentísimo, industria agroalimentaria, empezamos a tener empresas pioneras en materia de innovación y digitalización (agricultura de precisión), y la Universidad de Córdoba, los centros de investigación del CSIC y de la Junta de Andalucía, y el Instituto Maimónides, Imibic.

-¿Por qué a pesar de esas potencialidades, el debate político, al menos en la capital, parece girar solo sobre el turismo?

-El turismo es un sector importante. Hay que decir la verdad, los socialistas y el AVE pusimos a Córdoba en el mundo desde el punto de vista de las comunicaciones. Recuerdo cuando la derecha local afirmaba que no se iba a construir; después, que no iba a funcionar; después, que no iba a parar; y finalmente, llegó el 92. El turístico es un sector complementario con la industria agroalimentaria. Fijémonos en el desarrollo de algunas comunidades francesas o italianas, en el desarrollo de lo agro con el turismo.

-Y pese a la potencialidad, las tasas de paro que tenemos. ¿Qué hará el PSOE para rebajarlas?

-En primer lugar, proporcionar formación. Las cifras de subempleo están ligadas a la baja cualificación. Segundo, intentar que esa cualificación responda a las demandas del mercado. Tercero, estudiar muchos idiomas, y trabajar duro. La obligación del Gobierno es dar oportunidades, que nadie se quede sin estudiar por falta de medios. Ahora, todo está cambiando en el mundo, antes se estudiaba una carrera u oficio, y podía durar una vida entera. Hoy, la vida laboral va a ser un continuo ponerse al día. Hay que tener visión de futuro. Me gusta mucho el programa del Consejo Social de la UCO para que personas que están fuera de Córdoba expliquen todas esas cosas a los estudiantes, porque me parece fundamental para abrir los ojos.

-¿Por qué se banalizan tanto las campañas con los temas de fondo que hay que abordar?

-Porque esta campaña, según han dicho el PP, Cs y Vox, va de echar a Pedro Sánchez. Me parece un objetivo político bastante pobre. La ambición del PSOE no es echar a nadie, es hacer una España más moderna, vivible, inclusiva, tolerante y rica. Es una oportunidad muy ilusionante, por eso soy candidato en estas elecciones.

-Ha sido una campaña algo extraña. ¿Ha aprendido algo?

-Soy un eterno estudiante, pero en mi vuelta al Congreso lo he encontrado muy diferente. La calidad del debate político no es la misma. Con todo mi respeto, también tengo una cuenta de Twitter y nadie va más allá de los caracteres del tuit.

-De hecho, hay partidos que rehuyen su presencia en los canales clásicos de comunicación.

-La vida política está organizada en ciclos de cuatro años, para continuar apoyando a quien gobierna si lo hace bien, o echarlo si lo hace mal. Pero algunos de los grandes temas superan abiertamente los cuatro años: la España vaciada, que afecta al Guadiato o Los Pedroches; las pensiones, que queremos incluir en la Constitución el Pacto de Toledo, y vincularlas al IPC; o los objetivos de desarrollo sostenible 20/30. De esos temas hay que hablar.

-No ha incluido el tema catalán.

-Es un tema difícil y sus heridas van a permanecer durante varias generaciones. El independentismo le ha echado un pulso al Estado que ha perdido, y los que entendemos que solo dentro de la Constitución y la ley se pueden plantear las cosas hemos salido victoriosos del reto. Pero debemos solucionar un aspecto fundamental: el diálogo, primero entre catalanes, y me preocupa la imagen que tiene el resto de España de Cataluña, particularmente en Andalucía. Eso solo se arregla a través del diálogo y no de la confrontación. Cuando empezó a gobernar Aznar había un diputado de ERC, cuando acabó había 7. Cuando empezó a gobernar Rajoy el apoyo del independentismo se situó en el 23%, cuando acabó en el 46%.

-En esta campaña ha estado más callado Vox que PP y Cs.

-Hay silencios que me preocupan. Vox no participa en ningún debate, no interviene donde pueda recibir preguntas y, por tanto, está listo a darle un cheque en blanco para que PP y Cs formen mayoría a cambio de integrar una parte de su discurso. El PSOE es un partido feminista, convencido de los temas de igualdad. Algunas declaraciones sobre violencia de género me han parecido fuera de lugar y denotan unas tendencias extremistas muy peligrosas. Si pasa, pasan. Ahora es el momento de pararlo y no arrepentirnos de tener una situación que tienen ya en Hungría, Polonia o Italia. El PSOE está en la misma línea que Merkel en Alemania, o que Francia en Marcha. Son partidos que han hecho del no pactar con la extrema derecha un punto fundamental de su ideario. Quienes lo hagan se sitúan en una órbita que sus propios socios no aceptan.

-Parece evidente que si gobiernan tendrán que pactar, ¿cuál es su preferencia?

-Los tres partidos de la derecha han dicho claramente que intentarán formar gobierno como han hecho en Andalucía. Los socialistas pretendemos que todo aquel que quiera una España diferente se sume. Me ha sorprendido que la deriva hacia la derecha de Vox haya atraído al PP y Cs. Me recuerda a las carreras de moto GP, donde si un corredor se sale de la pista acaba sacando a otros. El PSOE va por el centro de la pista.

-No me ha contestado. ¿Con qué partidos pactará el PSOE?

-Habrá que esperar al resultado. Si tenemos una mayoría amplia y podemos gobernar solos sería lo mejor para España.