Pablo Casado y Albert Rivera han acusado a Pedro Sánchez de ser cómplice de los incidentes que dirigentes y militantes de Ciudadanos y Vox han sufrido en diversos actos electorales estos últimos días. Los candidatos del PP y de Ciudadanos consideran que el presidente del Gobierno tiene parte de responsabilidad en esos escraches porque pactó con los independentistas catalanes y Bildu durante la legislatura. "¿Qué va a ser lo próximo? ¿Lo normal es que nos escracheen? ¿Lo normal es que nos agredan?", se ha preguntado Casado en mitad del Muelle de los Cambulloneros de Las Palmas de Gran Canaria, adonde le ha llevado esta mañana su campaña electoral.

El líder popular ha afirmado que los que "no denuncian esto o siguen pactando con quien hace ese tipo de agresiones se está poniendo al lado de los violentos". Casado ha apuntado que no le vale de nada un tuit, en referencia al mensaje que ha colgado el PSOE en su cuenta oficial y en el que muestra su rechazo contra el intento de boicot a un acto de Ciudadanos en Rentería (Guipúzcoa). Pocos minutos después de esta queja de Casado, la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, ha pedido respeto a "la diversidad ideológica" y ha agregado que su partido rechaza cualquier tipo de situación en la que "el otro y el contrario" no puedan manifestarse.

Según Rivera, el episodio en Rentería demuestra las "consecuencias del nacionalismo hegemónico" en la sociedad vasca. Por eso, avisa a Sánchez, "no se puede gobernar de la mano de los grupos que provocan cosas como la de ayer". "Nos dijeron que no fuéramos al País Vasco", se ha quejado el político catalán antes de continuar: "Vamos a ir a cualquier pueblo de España. Esos son los socios de Sánchez, los que están decidiendo hacer leyes como la mal llamada ley de abusos policiales. Es indigno para muchos españoles lo que ayer vimos".

Los "borrokas de siempre"

En un breve discurso en el puerto ante dirigentes locales y candidatos al Congreso , Casado ha recordado también las dificultades que tuvo su candidata por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, en la Universidad Autónoma de Barcelona y ha hecho referencia al "intento de agresión" a cargos de Vox que iban a dar un mitin en Bilbao, que acabó con detenidos, y al "intento de agresión y boicot" del mitin de Rivera en Rentería. A todos ellos, ha trasladado la "solidaridad" de su partido por estas actuaciones de "los borrokas de siempre".

Además, ha continuado que el "colmo" fue que en una procesión en Valladolid, ayer, los cofrades fueron "increpados" por "miembros de la lista del PSOE". Así se ha referido al encontronazo entre las personas que volvían de la procesión del Domingo de Ramos y la manifestación por la celebración del aniversario de la República.

El escrache de 2013

En ese punto, Casado ha comentado un episodio que vivió en 2013, el mismo día en que la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, sufrió un escrache en su casa. El presidente del PP ha dicho que la Policía Nacional le telefoneó a casa para que sacara a su hija porque "estaban haciendo la ruta de los escraches por Fuente del Berro (la zona donde reside Santamaría)". "Nos libramos porque los del escrache se detuvieron un rato más en casa de Soraya", ha añadido.

Para evitar estos incidentes, según el dirigente del PP hay que blandir la ley de partidos de 2002, para poder ilegalizar a las formaciones que fomenten la violencia, y modificar la ley de financiación, para que esas organizaciones no puedan obtener fondos públicos.

Según Rivera, las imágenes sobre los insultos que los militantes y dirigentes de Ciudadanos sufrieron en Rentería (Guipúzcoa) son las "consecuencias del nacionalismo hegemónico" en la sociedad vasca. Por eso, avisa a Sánchez, "no se puede gobernar de la mano de los grupos que provocan cosas como la de ayer".