Pablo Casado recuperó este lunes en Canarias el discurso alarmista contra la inmigración irregular que desplegó el pasado verano y afirmó que el Estado del bienestar "no es sostenible" si los extranjeros no llegan "por el cauce legal".

En una pequeña intervención en el puerto de Las Palmas aseguró que su idea es volver a aplicar "la ley de racionalización del sistema sanitario del 2012", que supuso restringir al sistema sanitario a los extranjeros sin papeles. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un decreto el pasado mes de septiembre para acabar con esa norma del Ejecutivo de Mariano Rajoy con el objetivo de que España volviera a tener una sanidad universal.

Casado, como hizo en su momento la ministra del PP Ana Mato, justificó ese 'tijeretazo' con el llamado turismo sanitario y los conservadores repitieron entonces que querían acabar con los abusos de los ciudadanos europeos que viajaban a España para aprovecharse del sistema público. La norma, por el contrario, afectó también a los inmigrantes sin papeles que entre 2012 y el otoño de 2018 solo podían acceder a urgencias, maternidad y pediatría. "Queremos que se ponga en práctica esa ley de racionalización del sistema sanitario del 2012 que acababa con el turismo sanitario () Se permitía la acogida y la atención en urgencias, maternidad y enfermedades infecciosas, pero, evidentemente, no permitía que ese turismo sanitario sin contraprestación del país de origen pusiera en riesgo nuestra sanidad pública universal y gratuita", ha declarado el candidato del PP a la Moncloa