Después de una campaña electoral en tregua, el independentismo quiso hacerse oír en la calle durante la jornada de reflexión, día en el que los políticos no podían lanzar sus consignas. Y otra vez mostró sus dos versiones al mismo tiempo: la pacífica, con un concierto festivo en la plaza Universitat de Barcelona que reunió a unas 7.000 personas según la Guardia Urbana; y la radical, con una manifestación de CDR que devolvió por unas horas la tensión al centro de la ciudad, aunque no se produjeron incidentes de gravedad.

Bajo el lema 'Ho tornarem a fer' ('Lo volveremos a hacer'), los Comités de Defensa de la República pretendían protestar de nuevo frente a la Jefatura de la Policia Nacional en la Vía Laietana, pero la convocatoria acabó con manifestantes y policías jugando al gato y al ratón por varias calles. A pesar de la elevada presencia de periodistas gráficos, algunos desplazados desde países extranjeros para seguir la jornada electoral, esta movilización de los CDR contó con una participación exigua de activistas. De hecho, duró poco más de una hora.

Los Mossos d'Esquadra cortaron el paso a la manifestación, que había partido desde el concierto en la plaza Universidad, cuando esta intentó acceder a la plaza de Urquinaona en busca de la Vía Laietana, donde la Policía custodiaba la jefatura con un amplio despliegue.

A partir de entonces, un centenar de manifestantes trataron de sortear el cordón policial dando rodeos cada vez más grandes, lo que obligó a los antidisturbios a irse desplazando de calle en calle, a veces corriendo, para impedírselo. En el cruce de la calle de Bailén con la de Ali Bei en las inmediaciones de la estatua de Rafael Casanova, los CDR intentaron hacer una barricada tumbando dos contenedores, pero los agentes se lo impedieron con una intervención que terminó por disolver la manifestación. El incidente más reseñable fue el lanzamiento de algún objeto contundente, piedras y huevos podridos, muy malolientes, contra los policías.

Por su parte, Tsunami Democràtic, la enigmática plataforma investigada por terrorismo por la Audiencia Nacional tras bloquear los accesos al aeropuerto de Barcelona el pasado 14 de octubre, había llamado a participar en actos en toda Cataluña para "desbordar" a la Junta Electoral Central (JEC). A pesar de este llamamiento, la respuesta ciudadana fue mucho menor a la de otras movilizaciones independentistas.

20 grupos musicales

En Barcelona, y bajo el lema 'Fem-los reflexionar' ('Hagámosles reflexionar'), varios miles de personas se concentraron en la plaza Universitat para escuchar a una veintena de grupos musicales, en la principal acción convocada por este colectivo durante la jornada de reflexión.

El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, asistió al concierto, igual que la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. El PP había recurrido las convocatorias de Tsunami Democràtic para ayer, pero la JEC aseguró que carecía de competencia para prohibir "de forma prospectiva y con carácter general" la realización de cualquier acto en las jornadas de reflexión y de votación. Sin embargo, la Junta Electoral sí reclamó a la Generalitat que adoptara las medidas necesarias para garantizar la "absoluta neutralidad de los espacios públicos".

A mediodía, cuando los primeros activistas de Tsunami se acercaron a la plaza Universitat para montar el escenario, agentes de la Guàrdia Urbana les preguntaron quién era el responsable del acto, a lo que estos les respondieron: "El pueblo".

División en Universidad

Los conciertos se celebraron al lado del centenar de tiendas de campaña que siguen instaladas en la plaza y que, no obstante, vivieron este sábado una escisión. Algunos grupos de estudiantes decidieron retirarse de la acampada el viernes por la noche tras constatar sus diferencias con el resto de concentrados sobre si debían acabar motu proprio con la protesta antes de las elecciones.

En el resto de Cataluña, los actos convocados por Tsunami Democràtic transcurrieron también sin incidentes y las acciones más destacadas fueron el corte de la carretera N-II en La Junquera, que duró dos horas, y otro en la salida Gerona Sur de la autopista AP-7. El ambiente lúdico se repitió en las convocatorias que tuvieron lugar en Gerona, Lérida y Tarragona, aunque en esta última ciudad un coche intentó sin éxito embestir contra un grupo de manifestantes.