Cinco, cuatro, tres, dos, uno.... ¡Qué despegue! Entre aplausos y entusiasmo, los alumnos del IES Antonio Gala de Palma del Río, vieron como su globo aerostático tomaba rumbo hacia la estratosfera, mientras saludaban a una de las cámaras que éste llevaba incorporadas.

El lanzamiento tuvo lugar a las doce menos diez de la mañana, y el globo alcanzó una altura de 27.602 metros. Desde el primer momento "tuvimos información, en tiempo real, del lugar en el que se encontraba el globo", declara Pepe Alcaide, profesor de Tecnología del centro, que señala que solo perdieron la cobertura durante el descenso del mismo a unos 4.000 metros de altura. "Vivimos unos momentos de incertidumbre", asegura Alcaide, hasta que el dispositivo envió la señal de haber aterrizado, cerca del pantano de Navallana, en Córdoba, casi dos horas más tarde.

Pero la aventura para los alumnos, que han estado casi dos años trabajando en este proyecto aún no había terminado, ahora tenían que ir a recoger el globo. Para llegar al lugar marcado por el localizador GPS que lleva el globo, había que atravesar una finca privada, por lo que tuvieron que ponerse en contacto con el dueño para pedir permiso. Sobre las cuatro y media lograron acceder, si bien todavía era necesario subir un monte para localizar el globo. "Para los chavales fue una experiencia muy intensa", declara el profesor de tecnología.

Este es el último paso de un largo proceso en la que el IES Antonio Gala lleva trabajando casi dos años, y en el que los alumnos han tenido la posibilidad de coordinarse entre ellos para lograr una meta común. Mientras unos se dedicaban a la fabricación de la cápsula, otros trabajaban en el equipamiento electrónico y otros se ponían en contacto con los patrocinadores. Además, han aprendido a gestionar las autorizaciones necesarias para poder llevar a cabo un proyecto de este tipo. "En ese proceso se aprende bastante", asegura Alcaide.

Con este experimento, y gracias a la instrumentación que llevaba la cápsula que iba enganchada al globo, se han podido obtener datos sobre la temperatura y la humedad, en el exterior y el interior de la cápsula. Implementar un sistema para medir la concentración de ozono a lo largo del recorrido del globo, es el reto que se plantean para el próximo lanzamiento, en colaboración con el departamento de física del instituto.

Desde el instituto agradecen a todas las personas, instituciones públicas y empresas locales que han colaborado de una y otra manera para que este proyecto se haya podido llevar a cabo.