Son muchos y variados los cursos que a lo largo del año escolar ofertan los distintos Centros de Profesorado en Córdoba y provincia. Todos ellos buscan siempre mejorar los recursos educativos de los docentes para que las alternativas a la hora de dar las clases sean más abundantes y mejores de cara a la formación del alumnado.

Recientemente, se ha ofrecido uno que ha tenido una gran acogida, en parte, por lo novedoso de lo que se enseña. Se trata del curso Un guiñol en mi aula: creación de decorados y marionetas, bajo la asesoría de Mercedes Arias.

En esta divertida formación hay profesorado de diferentes niveles, si bien ha resultado especialmente enriquecedora para Mª Carmen Palacios, tutora del Aula Específica de TEA del CEIP Eduardo Lucena. Según explica, «extrapolaremos los aprendizajes recibidos a nuestras dináminas de aula, a nuestro alumnado, impregnándolos en su proceso de enseñanza con nuevas motivaciones». Y es que estos simpáticos personajes se convierten en mediadores «para visibilizar contenidos, estados emocionales, favorecer procesos comunicativos y cognitivos», apunta la tutora. El uso de los guiñoles en el aprendizaje diario de estos alumnos hará que mejoren sus aspectos sociales, comportamentales, sus hábitos, favoreciendo la vivenciación. «Las marionetas, además de ayudarles a interiorizar, van a servir para generalizar contenidos de los ámbitos del desarrollo que se han de abordar para que estos niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista puedan aprender, comprender, expresar, manifestar», puntualiza Palacios. Y es que gracias a este trabajo de creatividad, con el que también se favorece el reciclaje de materiales y con ello el respeto al medioambiente, el alumnado del Aula Específica de TEA va a poder intervenir en el día a día del centro junto con el resto de niños de aulas ordinarias, así como en su contexto social cercano, continuando de esta manera, con una enseñanza inclusiva, creativa, coeducativa y llena de emociones positivas.