Carmen Palacios está volcada «en sus niños» como se refiere a sus alumnos del aula específica TEA. Además, coordina el proyecto Innicia y el Grupo de Trabajo de Autismo Aprendiendo desde la Emoción. Por si no fuese suficiente, esta docente lleva muchos años trabajando por y para la igualdad.

-Cuénteme qué significado tiene para usted, como docente, el 8-M.

-El Día internacional de la Mujer, tiene mucha importancia tanto a nivel educativo como social, es un día en el que se ha de seguir reivindicando el papel de la mujer y rescatar todas esas figuras olvidadas. Aunque indudablemente se ha avanzado en este sentido pero lo cierto es que hay que seguir recordando que la mujer no es un objeto, que no es una pertenencia de nadie. Aún es necesario el empoderamiento, la visibilidad, hay que seguir recordando la brecha salarial, el reparto de tareas del hogar, el techo de cristal y muy importante bajo mi punto de vista hacer visibles también las nuevas masculinidades que siempre han existido pero se han ocultado. Para ello es muy necesaria una educación en todos los ámbitos donde están creciendo, madurand y formándose nuestras niñas y niños.

-¿Cuál es su vinculación con el tema de la igualdad?

-Durante más de una década he sido coordinadora del Plan de Igualdad del centro, en el cual aún me encuentro, también he sido tutora de la Red de Igualdad de la Consejería de Educación, junto a extraordinarios compañeros, además de impartir y colaborar en algunos cursos y jornadas organizadas por el CEP. Todo ello ha demandado que durante muchos años, y aún ahora, me siga formando en todos los aspectos que abarca la igualdad de género. La educación en igualdad no excluye sino incluye y hace que la transmisión del saber se revalorice con valores, aptitudes, habilidades y destrezas, para que el aprendizaje tenga vida y sea en pos de la convivencia.

-¿Tenemos niños más evolucionados en el tema de la igualdad?

-En el contexto educativo claro que sí. Su maduración va de la mano de valores, aptitudes para la convivencia, el respeto, la construcción equitativa en la que se han de poner en valor las capacidades, roles, sin categorizar sison masculinos o femeninos. Pero a pesar de los avances, aún se han de seguir dando pasos en el conocimiento de mujeres que aún siguen olvidadas en la historia o visibilizar mujeres del presente, contemporáneas, en la visión de la mujer como persona no como propiedad ni en la casa, ni en el trabajo ni en ningún otro entorno social.

-¿Nos queda mucho camino por andar?

-Aún sí. Tenemos que tener presente que a veces lo que se derriba para avanzar deja escombros que, como está ocurriendo en esta situación de pandemia, puede producir un grave retroceso que debemos detectar para poder abordar desde el momento que se produce. El 8 de marzo es una manifestación, una acción, un hecho, para visibilizar y reflexionar sobre la necesidad de seguir construyendo una sociedad cada vez más coeducativa. Reivindico el término sororidad, una alianza entre mujeres y hombres por un mismo objetivo, la igualdad y la inclusión.