En el marco del programa Innicia Cultura Emprendedora, la profesora Elena Carmona ha coordinado una campaña de recogida de alimentos para el Grupo Social Cáritas de la parroquia de San Acisclo. Los objetivos de dicha acción no han sido pocos: trabajar en equipo (han participado todas las clases y profesores); vivir una experiencia de ayuda desinteresada y altruista, de solidaridad con su entorno más inmediato, los vecinos de la barriada de Valdeolleros, en una situación tan adversa como la que se vive en la actualidad; llevar a cabo una iniciativa que en definitiva repercuta en el bienestar de este arrabal. «El IES Grupo Cántico está muy involucrado en la vida de Valdeolleros y en el estudio de su barrio que se lleva a cabo desde otro proyecto, Valdeolleros, nuestro barrio», explica la docente.

Esta labor se ha llevado a cabo en cursos anteriores, pero este año presentaba dificultades derivadas de la pandemia que han sido solventadas con una gran labor de coordinación entre el profesorado. «A principios del mes de diciembre convocamos a los delegados de cada clase y les explicamos la campaña para que la comentaran en su clase. Acordamos que la clase más solidaria recibiría además un premio. Pusimos en cada aula una caja y nombramos a un profesor responsable de la campaña en cada grupo que debía recordar a diario la importancia de colaborar. Al mismo tiempo, con mi alumnado de 4º de la ESO de la asignatura de Iniciación a la Actividad Empresarial creamos una campaña de comunicación a través de nuestra cuenta de Instagram, cantino innicia, para motivar al alumnado. Pero sin duda la acción más interesante fue la llevada a cabo por el profesor Antonio Membiela», apunta Carmona.

Una tabla periódica solidaria

Para animar la participación del alumnado, este docente creó una tabla periódica solidaria. «Colocamos dos tablas periódicas en blanco en los pasillos de nuestro centro. Por cada dos productos que trajese un alumno, podía elegir un símbolo de la tabla periódica y escribir su nombre en él. A continuación, se le realizaba una foto con el objetivo de elaborar una tabla con las fotos de los alumnos que han colaborado en la campaña», explica la profesora. Esta acción permitió al alumnado conocer los elementos químicos y su simbología. El solidario fruto es un sistema periódico en el que cada elemento tiene la cara de un alumno colaborador. «Durante la última semana Antonio y yo hicimos el recuento de alimentos de cada clase. Fue un grupo de tercero de la ESO el más solidario, pero estuvo muy reñido», matiza Carmona. También el profesorado se volcó en la donación.