Francisco José Rodríguez Pacheco tiene 22 años y está cursando el Grado Superior de Dirección de Servicios en Restauración en el IES Gran Capitán. Hace solo unos días ha recibido un reconocimiento al mejor alumno de Sumillería, una distinción que le motiva aún más a volcarse en sus estudios.

-Acaba de recibir un premio de la Asociación de Sumilleres de Córdoba y la DO Montilla-Moriles. ¿Qué significa este reconocimiento para usted?

Bueno, la verdad es que resulta todo un honor recibir este reconocimiento, ya que, de todos los alumnos con opción a recibirlo, me eligieron a mí, además que el propio Consejo Regulador de Montilla-Moriles me reconozca como el mejor alumno de sumillería es sin duda algo de lo que sentirse orgulloso y halagado.

¿Se trata de un premio al que uno se presenta o al que te proponen?

A este premio me propusieron, me llevé una gran sorpresa cuando llegó a mis oídos que había sido seleccionado; he de agradecerle a mi profesor Raúl Márquez que apostase por mí, ya que todo lo que sé acerca del basto y profundo mundo de la sumillería es gracias a él.

¿Por qué se le ha considerado el mejor alumno de Sumillería de la Escuela de Hostelería? ¿Qué aspectos se han valorado?

No sabría darte una respuesta concreta a por qué se me ha considerado el mejor alumno de Sumillería este año, pero pienso que ha sido por las habilidades que he adquirido y desarrollado a lo largo de mi aprendizaje y por la dedicación que he puesto en lo que a formarme lo mejor posible en este mundo se refiere.

En su opinión, y teniendo en cuenta edad y trayectoria, ¿qué cualidades debe tener un buen sumiller?

En mi opinión, la mayor cualidad que debe tener un sumiller es una mente abierta, no cerrarse a viajar, a darle oportunidades a vinos por el hecho de que sean nuevos, diferentes... etc. Si bien es cierto que no todos los vinos son buenos, hay que ser realistas, se pueden descubrir auténticas joyas explorando todo lo que se pueda y más. Otra de las cualidades que considero importantes es el saber catar un vino, desde el color de los ribetes hasta el final que te deja el vino en boca, por último, considero esencial que un buen sumiller sepa de maridaje para poder dar grandes recomendaciones.

En el acto hubo un antiguo alumno que también subió a recibir un reconocimiento. ¿Hay buen nivel en vuestra Escuela?

Honestamente, sí, en mi escuela hay un gran nivel gracias a lo exigentes que son, y no es ninguna crítica, todo lo contrario, es un halago a los profesores y profesoras que se esfuerzan cada día en crear profesionales de hostelería y lo consiguen. Si te soy sincero, están haciendo un gran trabajo ya que en hostelería sobre todo es donde se necesitan profesionales cualificados de verdad.

¿Qué le hizo decidirte por estos estudios?

En un principio quise estudiar cocina pero acabé estudiando restauración y la verdad es que no me arrepiento. Es increíble estudiar lo que te gusta y saber que vas a poder seguir aprendiendo.