El profesor Francisco García Rueda falleció el pasado 6 de noviembre, dejando una huella imborrable en todos aquellos que alguna vez formaron parte de su vida, que lo han recordado en las redes sociales. Nació en San Pedro de Alcántara (Málaga). Sus primeros empleos estuvieron vinculados al ejercicio de la psicología clínica y de los recursos humanos, pero pronto recaló en el campo de la educación, su verdadera pasión. Tras pasar por institutos de Almería y Lucena, llegó en el año 2000 al IES La Escribana de Villaviciosa de Córdoba, donde ejerció como orientador, jefe de estudios y director. En este centro desarrolló numerosos proyectos en el marco de un modelo de enseñanza participativa y enriquecedora. Entre ellos destacaron La Mesa de la Educación, un proyecto global desarrollado desde el instituto a nivel de localidad y el certamen de vídeo para la prevención de las drogodependencias, que comenzó siendo local y terminó internacionalizándose, por lo que fue reconocido con una mención de honor en los premios Acción Magistral en el año 2012. En septiembre del 2016, Francisco García, el eterno escribano, pasó a dirigir el IES Rafael de la Hoz, en el que, a pesar de su corta estancia, dejó una profunda huella.

Este docente siempre creyó en la educación como vía de cambio social y destacó, tanto en el ámbito educativo como en el social, por su firme defensa de la igualdad entre hombres y mujeres, como muestran los numerosos proyectos de trabajo que impulsó.

Mª Carmen León lo recuerda entre versos: «Amigo, compañero de batallas, guerrero sin espada. Inquieto y valiente huracán, sacudiendo conciencias...». Antonio Estrada fue compañero de Francisco García en el IES La Escribana. Lo describe como uno de sus mayores referentes educativos y uno de su más queridos amigos. Destaca la ilusión de Francisco García en su trabajo, su implicación en los proyectos innovadores y su lucha por la igualdad. Manuel López, del IES Rafael de la Hoz, afirma que la educación ha perdido a enorme profesional. «Paco fue sobre todo un gran educador, una persona excepcional que entendía la educación como el motor de la sociedad, con una enorme capacidad para generar proyectos donde confluyeran profesorado, familias y alumnado». Por su parte, Marta Gómez, del IES Rafael de la Hoz, lo describe como «entusiasta y amante de la educación, capaz de sacar lo mejor de ti». Para Amalia Rísquez, Francisco «era un fenómeno, capaz de que todos formáramos parte de su ideal de educación, una educación pública, de calidad, en la que se disfruta cada día, en la que se garantiza la equidad, la igualdad de oportunidades y en la que se forman buenas personas». Sonia Moncalvillo resume en siete palabras a Francisco García: compromiso, dedicación, entrega, compañerismo, creatividad, sueños e ilusión.