Los centros educativos de ámbito rural desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del sistema educativo público andaluz inclusivo e integrador. Así lo manifestaba la consejera de Educación, Sonia Gaya, en el 5º Encuentro de Escuelas Rurales Andaluzas, celebrado a principios de octubre en Mollina (Málaga), quien además destacaba a la escuela rural como «motor de la compensación educativa y la igualdad de oportunidades». En Andalucía, alrededor de 14.400 alumnos estudian en alguna de las 380 sedes de los 109 colegios públicos rurales existentes. De éstos, 10 están radicados en la provincia cordobesa y, a su vez, tienen 44 sedes repartidas en otras tantas aldeas.

En los últimos años, y siguiendo directrices de la Unión Europea enmarcadas en la Estrategia EU-Rural 2030, se está haciendo una fuerte apuesta por los colegios rurales. «En Andalucía, estos centros son una oportunidad para su alumnado y un elemento fundamental en el arraigo y el desarrollo de las localidades más pequeñas. Además, ofrecen una educación atractiva, moderna, inclusiva y de calidad, siendo una de las apuestas del Gobierno andaluz», señalaba la consejera. En este sentido, también recordaba el esfuerzo inversor que la Junta viene realizando en las infraestructuras educativas y que han supuesto más de 41 millones de euros en obras y equipamientos durante la última década en estos centros.

Por otra parte, durante el encuentro regional en Mollina, se dieron a conocer los resultados del Estudio de valoración sobre los centros públicos rurales en Andalucía, realizado por la Consejería de Educación a través de la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa, a partir de datos del curso 2016/17. En ellos, se destaca que la escuela rural tiene mejores rendimientos que la media de centros andaluces para la mayoría de indicadores si bien, son especialmente significativos los resultados positivos que obtiene en convivencia, asistencia a clase, eficacia de las adaptaciones curriculares o rendimiento del alumnado.

La atención educativa en el ámbito rural cuenta también con un programa específico de Educación Infantil destinado a aquellos alumnos que por vivir en zonas aisladas tienen dificultades para desplazarse a diario a los centros públicos en los que se imparte esta etapa. Para esos casos, los maestros se desplazan a los núcleos diseminados en los que residen los escolares del segundo ciclo de Infantil. Estos docentes, para poder dar cobertura a todas las aldeas que conforman su área de trabajo, cubren a diario una considerable cantidad de kilómetros. En Córdoba, el colegio prieguense Tiñosa, es el que cubre más aldeas, un total de 9.