Programar su propia historia interactiva o entrenar un algoritmo de inteligencia artificial para aprender a resolver problemas de matemáticas han sido algunas de las actividades que estos alumnos realizaron durante la semana europea de la programación.

Pero de todas ellas cabría destacar la que se ha desarrollado con el alumnado de PTVAL (Programa de Tránsito a la Vida Adulta y Laboral) de este instituto del barrio de Levante, para crear una cocina en una escena de realidad virtual empleando el software educativo CoSpaces Edu. «Desde hace unos años, la inclusión de recursos educativos basados en esta tecnología se ha convertido en una realidad, dando a nuestro alumnado la posibilidad de crear y explorar diferentes escenarios desde clase, sin necesidad de emplear complejas aplicaciones informáticas y sin necesidad de hacer un gran desembolso económico» explica Álvaro Molina, coordinador del proyecto. Según señala, este tipo de recursos suponen una herramienta cada vez más potente que enriquece el proceso de aprendizaje de del alumnado en cualquier etapa educativa, activando la motivación y pudiendo dar un enfoque diferente, innovador y transversal que fomenta una enseñanza más inmersiva y personalizada, centrada en la propia experiencia de cada estudiante y favoreciendo un mayor impacto educativo.

El alumnado de este programa realiza distintas prácticas en el marco de la restauración, con el objetivo de desarrollar competencias personales y profesionales que les ayuden a desenvolverse en su vida adulta. Para ampliar el desarrollo de estas habilidades, han llevado a cabo un taller en el que han diseñado en un entorno virtual la cocina de un restaurante, incluyendo cocineros, comensales, mesa completa y hasta un maître interactivo. Esto les ha permitido dar vida a su propio restaurante en un espacio virtual, un entorno en 360 grados, a partir de los contenidos relacionados con la restauración que han trabajado en clase: poner la mesa, elección de diferentes utensilios de cocina, expresarse correctamente con los clientes o cuidar la estética en el trabajo. La profesora Carmen Múñiz, que también ha participado en la impartición del taller, cree que «este tipo de actividades es muy positivo para nuestro alumnado ya que les ayuda a desarrollar aún más sus habilidades en el uso de la tecnología en general y, de manera particular, con herramientas de creación digital. Por otro lado, les ha potenciado su autoestima al comprobar que realizan las mismas actividades que otros alumnos del centro y que son capaces de desarrollar un proyecto desde el principio hasta el fin.» Una experiencia sin duda enriquecedora que ha permitido a este alumnado dar un contexto más amplio a su formación construyendo su propia experiencia.