Con este refrán, se pretende constatar la inutilidad de medidas de contención del gasto de una familia cuando se decide suprimir la ración de chocolate a la mascota como solución a sus problemas económicos. También es aplicable aquí el refrán que da título a una deliciosa comedia de Shakespeare: mucho ruido (marketing) y pocas nueces (euros).

Las doce medidas de contención del gasto en el seno de la UCO supondrán un cambio poco relevante desde el punto de vista económico y tendrán escasa repercusión sobre su presupuesto anual, pero nadie les puede restar importancia por el mensaje de la necesaria austeridad en el quehacer diario de los universitarios y de los que les gobiernan en estos momentos de crisis profunda que nos ha tocado vivir. No es aquí el sitio ni el momento de comentar estas reducciones de gasto en comunicaciones, viajes, energía etc., que se han estirado al límite para cubrir los doce meses del año a efectos de márketing y así confeccionar los calendarios académicos distribuidos a la comunidad universitaria.

¿Por qué no se cambia de estrategia y se trata de incrementar los ingresos de la UCO, además de restringir el gasto? Un análisis detallado del presupuesto pondría de manifiesto la importancia relativa de los ingresos derivados de las actividades de los profesores y grupos de investigación de la UCO por su propia iniciativa y para incrementar su competitividad. Los denominados costes indirectos de proyectos fundamentalmente de I+D y contratos de transferencia de conocimiento y tecnología competitivos o no han pasado de un máximo del 10% hace un decenio a estar ahora entre un 15 y un 25% del total del presupuesto de la actividad, lo que supone unos ingresos anuales no finalistas muy atractivos para la institución. Lo lógico sería el apoyo firme y estimulo a los promotores de las actividades que generan beneficios netos a la UCO. Así se haría en una entidad normal. Pero debe reconocerse que es una minoría la que genera el mayor aporte económico por este concepto cumpliéndose así el bien conocido principio de Pareto. La lógica no se cumple ya que este apoyo/estimulo supone reconocer que hay profesorado y grupos más activos que otros, en una institución cuya política trata por todos los medios de no discriminar en demasía, ya que esta minoría es irrelevante en los procesos electorales internos.

La ausencia de apoyos reales y tangibles a los que contribuyen a engrosar el presupuesto de la UCO es insostenible. En muchas universidades españolas y en las de los países desarrollados, estos generadores de ingreso de las instituciones tienen un trato especial que es proporcional, eso sí, a su aportación. Todo está prácticamente inventado. Desde el reconocimiento a través de un listado publicado anualmente por la institución hasta un retorno de lo percibido por misma a los grupos de I+D o profesores que oscila entre el 5% y 20% de lo netamente aportado por proyectos, existen una amplia serie de medidas para reconocer, apoyar y estimular a los que más aportan.

El denominado Programa Propio de la UCO concede ayudas variadas a los grupos o profesores en muchas modalidades de forma competitiva y con la obvia limitación del gasto por partidas. En la modalidad 2 de este programa se ofrecen ayudas a grupos por su puntuación obtenida en la Junta de Andalucía y por la financiación obtenida en una ventana temporal determinada. Pero claro con un listón tan bajo que se implementa la nueva modalidad del "todos café" ahora por la zona alta: no importa si has conseguido proyectos/contratos por un importe de millones de euros en tres años ya que se recibirá la misma cantidad si solo se ha obtenido por este concepto 100.000 euros. Claramente se reconoce muy tímidamente el valor añadido. Los profesores y grupos tienen igualdad de oportunidades para competir. Si algunos no lo hacen no pueden ser considerados prácticamente iguales a los que compiten y engrosan las arcas de la UCO.

La mayor debilidad del sistema universitario español es la gobernanza. Así es reconocido por expertos independientes nacionales e internacionales. Hasta que ésta no cambie, seguiremos con el chocolate del loro o haciendo ruido con pocas nueces.