Los alumnos de 4º de ESO y 2º de Bachillerato podrán realizar las pruebas de recuperación de las materias suspensas en junio en lugar de septiembre como venía ocurriendo hasta ahora. Tal es la decisión tomada por el Consejo de Gobierno de la Junta desde donde detallan que con esta medida se pretende mejorar los procesos de admisión de este alumnado en ciclos posteriores.

Pero el cuerpo docente no acaba de verlo claro. Así lo manifiesta por ejemplo el director del IES Santa Rosa de Lima, Carlos Arrabal Mantilla, quien señala que «administrativamente es beneficioso para el alumnado que va a matricularse en los ciclos de FP, ya que puede hacerlo antes de septiembre, si bien en lo académico poca diferencia puede haber en la evaluación de un alumno de mayo a junio, sobre todo si lo que pretendemos es hacer una evaluación continua del mismo».

Para la directora del IES Guadalquivir, Inmaculada Mediavilla, la situación plantea ciertas dudas. En este sentido afirma que organizativamente, para los centros y la administración educativa, puede ser positivo «porque facilita su planificación en julio. También desde el punto de vista de las familias garantiza que todo el alumnado tiene período de descanso en verano», ahora bien, «el hecho de poner los exámenes ordinarios y extraordinarios con un período de separación tan pequeño difícilmente el alumnado va a alcanzar las competencias que ha trabajado durante 9 meses».

En el IES Villarrubia, Juan Carlos Domingo, profesor de Física y Química, lo tiene claro: «mi experiencia como profesor de Física y Química me dice que el alumnado no aprovecha la oportunidad de recuperar la materia suspensa en septiembre. Alrededor de un 5-10% suele recuperarla, el resto no se preocupa durante el verano en prepararse de forma adecuada para la recuperación. Si la intención de la Consejería es facilitar el acceso a los ciclos formativos de FP me parece bien el adelanto, porque es en beneficio del alumnado y de sus familias».

Este adelanto significa que el alumnado de 4º ESO tiene su evaluación ordinaria a partir del 15 de junio y la extraordinaria a partir del día de finalización del curso escolar, 22 de junio. Por tanto, son 7 días de preparación en el centro para recuperar las materias suspensas, lo que en el mejor de los casos son 4 clases, «tiempo insuficiente para preparar una materia que se ha ido suspendiendo a lo largo del curso» apunta Domingo quien añade que «el adelanto para 2º de Bachillerato me parece más procedente porque hay más tiempo para preparar la recuperación de las materias suspensas y además, supone una preparación para la PEVAU, que también se adelanta a la 2ª semana de junio».

La responsable de CSIF Educación en Córdoba, Elena García, muestra el total rechazo de su sindicato ante la propuesta ya que, según explica, no hay razones didácticas ni pedagógicas que avalen tal decisión. «Tenemos la experiencia de la Comunidad de Madrid que realizó este cambio hace un tiempo y ahora se están planteando volver esta evaluación extraordinaria al mes de septiembre, determinación avalada por los datos y resultados que han obtenido», destaca.