Charo Mazo es desde los últimos seis años directora del Centro Público Rural Ana de Charpentier y desde hace ocho está al frente de la coordinación de la red que componen el total de estos centros en nuestra provincia.

- Hábleme de la función de coordinación provincial de los CPRs de la que usted se encarga.

-El 28 de noviembre de 2013 se creó la Red de CPRs de la provincia de Córdoba, actualmente compuesta por 10 centros. Coordinar la red de CPRs es para mi un gran orgullo a la vez que una gran responsabilidad. Unirnos con una sola voz, nos ha ayudado a ser escuchados en Delegación e incluso en Consejería donde hemos hecho llegar escritos reivindicando nuestra condición de Rurales y las necesidades específicas que tenemos. Trabajar de forma conjunta nos ha facilitado gestionarnos en temas que solo competen a nuestros colegios y que, en muchas ocasiones, no se acoplan al día a día de los demás centros. Queremos remarcar que hemos percibido un gran cambio en la sensibilidad y percepción que actualmente se está teniendo de nuestros colegios en los organismos oficiales, pasando a sentirnos queridos a y apreciados como nunca antes se había hecho, gesto que agradecemos de todo corazón, porque para nosotros, nuestro colegio no es solo un lugar de trabajo, lo sentimos como algo nuestro, nuestro hogar al que dedicamos muchas horas de esfuerzo y trabajo para poder sacarlo adelante, ya que no siempre es fácil. Este sentir nos aúna y hermana a todos los directores de la red y creo que hemos demostrado que juntos somos imparables.

- El próximo curso habrá un CPR menos. La baja matriculación es una realidad a la que se enfrentan cada curso.

- En sus inicios la red estaba compuesta por once centros. No mucho después, el CPR Quercus, que englobaba las aldeas de Azuel y Venta del Charco, pierde esta última sede pasando a ser un centro con una unitaria y abandonando el concepto de colegio con varias aldeas. Hace unos días, hemos conocido que este colegio se cierra, definitivamente, este curso, ya que sólo contaba con 4 alumnos. Desgraciadamente, todos los Cprs vivimos con esa angustia, ya que estamos viendo como cada año contamos con menos alumnos en el periodo de escolarización. La escasa natalidad en estas zonas nos está ahogando y tememos que en pocos años nos veamos en las mismas circunstancias que el CPR Quercus. No obstante, elegimos ser optimistas y creemos que una buena inversión en servicios y recursos ayudarían a mantener nuestros centros y a que las aldeas no se mueran. En estos años, hemos demostrado que la Escuela rural es ejemplo de éxito académico y organizativo. Hemos gestionado la pandemia con menos dificultad que en otros centros, gracias al escaso número de alumnos por aula, lo que nos ha permitido tener grupos de convivencia muy reducidos y tener una incidencia menor en los casos de covid, dentro de la escuela.

- ¿Se puede combatir esto desde los centros?

- Nosotros iniciamos el período de matriculación casi desde septiembre-octubre. Son los presidentes de las Ampas los que hacen recuento para ver cuántos niños tienen que entrar en tres años. Nos ponemos en contacto con los padres que ya tienen hijos matriculados en nuestro centro. Yo personalmente atiendo a cada una de las familias que quiere entrar o conocer nuestras instalaciones y nuestra forma de trabajar. También hemos hecho un vídeo muy bonito para dar a conocer nuestras aldeas y la cantidad de actividades que ofrecemos. Facilitamos la matriculación electrónica para que no tengan que venir a la sede y les ayudamos con el papeleo. Pero si algo nos ayuda y es fundamental, porque lo hemos vivido en mi centro, es que la administración nos dote de servicios.