El CEIP Fray Albino de Córdoba ha ganado, por segundo año consecutivo, un premio de tipo científico. Tanto el actual galardón como el anterior fueron organizados por la Universidad de Córdoba, el primero bajo el título Un minuto para explicar la Teoría de la Relatividad General de Einstein, y el segundo denominado La noche de los investigadores, que se llevó a cabo en la plaza de Las Tendillas, donde también se explicó la Teoría de la Relatividad, junto a otros proyectos.

En total participaron 26 alumnos y alumnas del colegio Fray Albino, que además convivieron con varios colegios e institutos de la provincia y acogieron esta actividad «con gran expectación e iniciativa por conocer la Teoría de la Relatividad y por poder participar en el concurso», afirma Antonio Fernández, padre de uno de los estudiantes participantes en la actividad.

El proyecto con el que participaron los alumnos y alumnas del Fray Albino se divide en tres fases: en la primera se explica la deformación del espacio-tiempo, utilizando para ello una maqueta formada por una estructura cúbica en cuyo interior se ha dispuesto de una red elástica deformable. Al introducir en la misma un cuerpo esférico, ésta se deforma y adquiere el color de un reloj cuyas agujas giran a la velocidad que define la deformación; en la segunda fase se emplea un recipiente de plástico con un orificio en su centro y un desagüe, reproduciendo en un agujero negro. El recipiente se llena de agua teñida en azul y se introducen bolas que reflejan los planetas. Al abrir el desagüe y debido a la velocidad con la que se expulsa el agua, se produce una turbulencia en el agua del interior del recipiente que produce el giro de las bolas hasta que estas son devoradas por el agujero negro; y en la tercera fase se emplea una cinta elástica teñida de azul y un juguete tipo coche eléctrico. Se extiende la cinta sin estirarla y se determina el tiempo que transcurre desde que el coche comienza su andadura hasta que llega al final de la cinta. Posteriormente, se estira la cinta al máximo y se realiza la misma acción. A la misma velocidad, el primer coche tarda menos tiempo que el segundo en alcanzar la meta. Por tanto, el tiempo se ha tenido que dilatar como queda reflejado en el color más claro de la cinta que está relacionado con un reloj que transcurre más lentamente.

«La ciencia abre la mente. Con ello comienzan a indagar en la naturaleza que les rodea, observándola y sacando sus primeras conclusiones», afirma Antonio Fernández.