Cada vez que la persona que conduce un vehículo extrema la velocidad, cada vez que se distrae mirando o hablando por el móvil, cada vez que infringe una norma, o se salta un semáforo, cada vez que se sube al coche o a la moto habiendo consumido alcohol o estupefacientes... Todas y cada una de esas veces se pone en riesgo la propia vida y la de otras personas que se pueden convertir en víctimas inocentes. Estas prácticas no dan lugar a desgracias en muchas ocasiones, pero, cuando ello ocurre, pueden ocasionar la muerte o graves heridas a los ocupantes de otros vehículos o a peatones. En Córdoba, con motivo del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico se supo ayer que han disminuido en lo que va de año las víctimas mortales, al tiempo que han aumentado los heridos graves. Son 17 personas fallecidas en nuestra provincia y 386 siniestros con heridos, de los que 59 precisaron hospitalización. Las últimas campañas de la Dirección General de Tráfico hacen hincapié en los heridos, como las personas que, postradas en silla de ruedas para siempre, participaron en los actos de ayer en Córdoba. Las víctimas, y sus familias, apelan a la responsabilidad de todos. Las campañas de concienciación son necesarias, pero no solo deben desarrollarlas las instituciones. Todos nosotros, en nuestro día a día, debemos velar por nuestra propia conducta y la de las personas de nuestro entorno.