Todas las corporaciones municipales de las últimas décadas se han planteado la integración norte-sur de la ciudad. Por una parte, integración urbanística, comunicación entre las dos orillas. Se avanzó con el plan especial del río Guadalquivir de 1992 --importantes inversiones de la Junta de Andalucía acondicionaron las dos riberas--, con los puentes de El Arenal y Miraflores y con la rehabilitación de la Puerta del Puente y el puente romano. Por otra, integración social, la más importante y asignatura pendiente, pues al otro lado del río se ha actuado, pero algunos barrios requieren mucho más que mejoras de calles o viviendas: su dura realidad reclama actuaciones integrales por el empleo y contra la exclusión social.

De acercar las dos riberas se ha encargado también el turismo, que encuentra en el entorno de la Calahorra un escape a la congestión de la Judería. Y también la ubicación del recinto ferial en El Arenal, así como lo será, cuando esté culminada y en uso, la rehabilitación (eterna) de la antigua escuela de Magisterio. En la misma línea de dotar de contenidos que favorezcan el movimiento de población y la actividad en el sur de Córdoba, además de aprovechar un espacio espléndido junto al río, se hizo el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A). Ese era también el objetivo de aquel Palacio de Congresos del arquitecto holandés Rem Koolhaas al que el Ayuntamiento renunció por su desmesurado coste tras largos años de debate.

La Gerencia de Urbanismo vuelve ahora a estudiar soluciones para el entorno de la Calahorra. La remodelación de este espacio urbano ya se había planteado en el PGOU 1986, en el Plan del Río de 1992, y posteriormente, en el 2013, por el gobierno local del PP. Como toda historia larga, los episodios abundan, pero baste decir que esa antigua planificación preveía la expropiación y derribo de dos bares (Miguelito y Los Romerillos) y veinte viviendas para hacer una gran plaza, y que ya antes del 2008 se planteaba la edificación del futuro Museo de Bellas Artes junto a la plaza de Santa Teresa.

Ahora, a cuatro meses de las elecciones municipales, el gobierno de PSOE-IU propone llevar el futuro Museo de Bellas Artes a Miraflores, junto al C3A, lo que crearía un espacio cultural de primer orden, completado con un albergue juvenil de Arte y Creación y, en el lugar donde estaba previsto edificar el Bellas Artes, un auditorio. La implantación de nuevos equipamientos requeriría una innovación del PGOU que supone largos trámites, por lo que, si como sostiene el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, ello no impide que el Gobierno central y la Junta de Andalucía vayan aprobando la inversión, sería importante que el gobierno municipal consiguiera el máximo de consenso para garantizar la continuidad del proyecto sea cual sea el signo del próximo Ayuntamiento. O presentarlo directamente como parte del programa electoral. La iniciativa se plantea tarde y con tintes electorales, pero lo importante es comprobar si beneficia a la ciudad y que se tomen decisiones con perspectiva de futuro para que la dotación de la zona sur de Córdoba no vuelva a quedarse en el limbo de las ideas mil veces anunciadas y nunca ejecutadas.