Dos grandes conclusiones pueden obtenerse del último sondeo electoral autonómico realizado por Celeste-tel para Diario CÓRDOBA. La primera, que PSOE y Ciudadanos, los firmantes del pacto que actualmente garantiza la estabilidad del gobierno en Andalucía, se ven reforzados, sobre todo Ciudadanos, mientras el PSOE aumenta distancia como primera fuerza política. La segunda, que las intenciones de voto de los andaluces apenas se han modificado desde las elecciones del 2015, lo que implica que no habrá mayorías absolutas. La cultura del pacto ha llegado para quedarse, al menos durante unos años. Y un tercer argumento, que se deduce de los anteriores: los partidos de oposición, tanto el PP como Podemos e Izquierda Unida, pierden confianza de los electores y retrocederían en número de escaños si las elecciones autonómicas se celebraran en estos momentos. Así, en Andalucía el PSOE ganaría un escaño y tendría 48 diputados (si bien perdería votos), Ciudadanos pasaría de los 9 actuales a 13 --la mayor ventaja--, el Partido Popular perdería dos y se quedaría con 31 escaños, Podemos recortaría otros dos para situarse en 13 e IU perdería un escaño para quedarse en 5. La encuesta detecta el aumento del desinterés del votante, que conllevaría más abstención, y supone un espaldarazo al pacto de legislatura por el que C’s respalda a Susana Díaz. En Córdoba el PSOE ganaría un escaño, el PP lo perdería y ni el aumento de votos de C’s ni el retroceso de IU y Podemos los movería de su actual representante. En nuestra provincia son los socialistas los que cosechan la mejor posición, y el PP sigue pagando el precio, como en Andalucía, de la situación nacional del partido, igual que Podemos paga el peaje de la desilusión de parte de sus votantes. Un escenario que habla de deseo de estabilidad y de falta de entusiasmo de la población para con la clase política.