La celebración del Día Internacional de la Mujer va ganando fuerza cada año, pero, al mismo tiempo, va convirtiéndose en escenario de una confrontación política en la que todos los partidos dicen respaldar el camino hacia la igualdad al tiempo que abren diferencias y se alejan de ese consenso tan necesario para continuar con éxito el camino emprendido. Con convicción y energía, saliendo a la calle masivamente y hablando claro lo que durante tantas generacione se ha callado, las mujeres han conseguido en los últimos años colocar en la agenda política sus principales reivindicaciones. La razón les asiste: lo único que se reclama es justicia para con la mitad de la población. Sin embargo, los avances son lentos. Puesto que en España (no en muchos países) existe hace tiempo la igualdad legal, es necesario mantener los objetivos claros hacia la igualdad real, la igualdad de oportunidades en educación y empleo, el recorte de la brecha salarial (que en Córdoba es del 23%, mientras en España ronda el 20%), el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad, la lucha contra las violencias machistas y el sexismo, el reparto de los cuidados familiares y atención a la dependencia, la protección de las mujeres mayores que carecen de recursos y en el impulso a la mujer rural. Son estas las prioridades, con la violencia machista como la máxima urgencia. Unas prioridades que, sin embargo, se ven ralentizadas por las discrepancias políticas, o incluso por el incomprensible negacionismo de Vox, que intenta condicionar las políticas de PP y Cs allá donde gobiernan juntos. En ese sentido, Andalucía vive una fuerte polémica por la retirada de ayudas a distintas organizaciones feministas, aunque el presidente, Juanma Moreno, ha reiterado su «compromiso absoluto» con el 8M.

Andalucía, Madrid. PSOE y PP enfrentados, discrepancias en el Gobierno por la redacción de la Ley de libertad sexual propuesta por Podemos, anuncio del PP de que asistirá a las manifestaciones del 8M y preocupación por la posibilidad de que haya enfrentamientos que rompan la convivencia. Por encima de todo, debe imponerse el respeto a la fecha, al 8M, a la lucha noble de tantas mujeres, y a la libertad de acercarse al feminismo sin corsés impuestos, en un día que debe ser para todas, con un llamamiento especial a los hombres, cuyo apoyo es imprescindible en esta causa. La jornada de hoy debe ser reivindicativa, es mucho lo que queda por conseguir. Pero también mucho lo avanzado, como pueden comprobar los lectores en las páginas de este periódico en el que, de forma natural, las mujeres ocupan, sección tras sección, su espacio. Un homenaje en el Día Internacional de la Mujer.