Tras años de polémicas legales y políticas, las rebajas han entrado en una fase de normalidad, en la que la liberalización de la norma ha comportado que los comercios diversifiquen sus estrategias pero que, en la práctica, no hagan cosas muy distintas a las que hacían. Visto el resultado, parece evidente que algunas de las polémicas que vivió este sector fueron como mínimo exageradas, cuando no claramente desproporcionadas. Ni la ley obligaba a nadie a hacer algo muy diferente de lo que necesitaba, ni la liberalización ha comportado el hundimiento de ninguno de los actores del sector, como tantas veces se habia anunciado. En este contexto, la meteorología y el calendario se han convertido en los mejores aliados de las rebajas. La actual ola de frío las ha convertido en lo que eran originalmente, una fórmula para saldar los estocs de temporada que habían quedado en las tiendas, pues el equipamiento de invierno cobra estos días pleno sentido. Igualmente, que el inicio de las rebajas haya coincidido en festivo y que los comercios hayan podido abrir, ha impulsado el consumo a pesar de lo poco apetecible de la jornada. Las rebajas comenzaron ayer con gran animación, que afectaba tanto a las grandes superficies como al comercio de cercanía en Córdoba. Las pequeñas tiendas, que en su mayor parte se han reservado para esta venta tradicional, tienen ahora su oportunidad y la confianza de los consumidores.