Los dos grupos que gobiernan el Ayuntamiento de Córdoba, PSOE e IU, junto con Ganemos, han alcanzado un acuerdo que permitirá aprobar los Presupuestos municipales en primavera. La intención de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, es que el pleno los ratifique a primeros de abril, antes de las elecciones municipales, con lo que serán la corporación y el gobierno local que salgan de las urnas el próximo 26-M los responsables de su desarrollo. En esta ocasión, el retraso es más funcional que político, dado que los tres grupos obligados a sumar mayoría para sacarlos adelante han llegado pronto a un acuerdo, sin las escenificaciones de ejercicios anteriores que finalmente desembocaban en un pacto. Las cuentas ascienden a 332 millones de euros, y prevén, incorporando los 14 millones de los fondos Edusi, disponer de 33,6 millones de euros para inversión, aquilatada en proyectos concretos. Aunque, teniendo en cuenta los 120 millones de euros que se arrastran de ejercicios anteriores --parte de ellos reservados para inversiones y gastos ya determinados-- la oposición tiene fácil la crítica al gobierno local. Todo es discutible y la alianza PSOE-IU argumenta también con fuerza, si bien tras el rodaje de los últimos años se hubiera esperado más agilidad y fluidez. Pero es bueno que la ciudad tenga un presupuesto aprobado, pues dejarlo para después de unas elecciones municipales que parten el año por la mitad es dejar pasar de nuevo un ejercicio en blanco. Córdoba sabe ya a qué atenerse, y la próxima corporación podrá decidir si desarrollar el proyecto aprobado o modificarlo.