La posibilidad de que los médicos de la sanidad pública andaluza retrasen --siempre voluntariamente-- su jubilación hasta los 70 años es ya efectiva, tras entrar el vigor el viernes pasado el acuerdo alcanzado entre el SAS y los sindicatos profesionales. La lógica de esta medida reside en paliar la escasez de profesionales, tanto la actual como la previsible para los próximos años, dado que el 66% de los galenos cordobeses tiene más de 45 años y el ritmo de incorporación de los nuevos titulados no garantiza la necesaria tasa de reposición. La idea puede interesar a parte de los médicos de atención primaria y especializada. En Córdoba se estima que hay 800 colegiados, de los 2.000 aproximadamente que trabajan en la sanidad pública, que irán alcanzando la edad de jubilación en una década y podrían acogerse a la posibilidad de trabajar después de los 65 años entre el momento actual y el año 2030. Pero tanto el Colegio de Médicos como el Sindicato Médico y la plataforma Basta Ya Córdoba advierten de que es necesario contratar a nuevos facultativos, ya que, en unas condiciones laborales de déficit de plantillas, pocos médicos aceptarán prolongar su vida laboral. La propuesta es positiva para afrontar un problema urgente, pero insuficiente, pues de lo que se trata es de formar a más residentes e incorporar a jóvenes profesionales al SAS, completando unas plantillas razonables que presten un buen servicio en la sanidad andaluza.