La feria Cabalcor se presenta este año con un planteamiento más ambicioso que nunca. Por una parte, su presupuesto, que superará los 100.000 euros. Por otra, su extensión, pues el certamen se «apropia» del mes de septiembre, ocupándolo con diversas actividades --incluyendo los concursos de doma clásica y vaquera, de atalaje de tradición y el morfológico de Pura Raza Española Ciudad de Córdoba, de proyección internacional-- y anunciando «sorpresas» para el espectáculo ecuestre que se viene ofreciendo con éxito en Caballerizas Reales. La asociación Córdoba Ecuestre se ha volcado en una organización compleja, que pone en movimiento prácticamente a todos los sectores de actividad, deportes, ocio, artesanía y tradiciones que tienen que ver con el caballo andaluz, y que tendrá un gran lucimiento en el edificio de las Caballerizas Reales, cuna del caballo de pura raza española y que la organización aspira a gestionar cuando pase a ser de titularidad del Ayuntamiento. La demostración de las capacidades de Córdoba Ecuestre no ha de esperar a la celebración de Cabalcor el próximo septiembre, pues ya es conocida, pero es evidente que se quiere «echar el resto» y hacer méritos para convencer de que el mundo ecuestre no solo ofrece una actividad económica interesante, sino que puede atraer a la ciudad a un turismo diferente y de calidad si se intensifica el esfuerzo en torno al caballo como uno de los pilares de la «marca Córdoba».