En la acostumbrada «ronda de consejeros» que se produce cada año tras la entrega del anteproyecto de Presupuestos en el Parlamento de Andalucía, el titular de Salud y Familias, el cordobés Jesús Aguirre, acompañado por el delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Antonio Repullo, desgranó ayer en esta capital las cuentas en su enfoque provincial. Es cierto que en los dos últimos años, igual que ha ocurrido con los PGE (186 millones, más del doble que en los últimos, del 2018), las partidas de inversiones destinadas a Córdoba han crecido sustancialmente. En el caso de la Junta de Andalucía, la propuesta presupuestaria ofrece 191,6 millones de euros de inversión, un 43% más que en el ejercicio precedente, y saca a Córdoba de la cola de Andalucía en inversión, situando nuestra provincia en el tercer puesto, con 244 euros por habitante.

El dinero está enfocado a avanzar en proyectos ya en marcha -como las obras del Palacio de Congresos de la calle Torrijos, con 1,7 millones de euros-, a nuevas infraestructuras sanitarias (13,6 millones), a la red viaria provincial (28,6 millones, en los que se incluyen la demandada variante de Las Angosturas y la de Puente Genil) , a la eficiencia energética (13,2), al apoyo a la UCO para investigación (9,3 millones, 2,2 de ellos para jóvenes investigadores), a mejora de dotación educativa (20 millones) y refuerzo de docentes (21 millones) y a una larga lista de actuaciones que Aguirre defendió con convicción, asegurando que, en el marco de la pandemia, los Presupuestos ofrecerán la «confianza y la seguridad que los andaluces necesitan». El gran grupo de partidas es el destinado al sector agropecuario, con 80 millones de euros, en las que destacan obras para saneamiento y depuración de aguas, arreglo de caminos rurales e incentivos a la comercialización y agricultura ecológica.

Quedan fuera algunas reivindicaciones históricas de Córdoba, como el arreglo definitivo de la Ronda del Marrubial. Tampoco se presta atención al cercanías, y se dota con un millón de euros la redacción del proyecto de la primera fase de la ronda Norte, para al menos poner en marcha el procedimiento. Córdoba, acostumbrada a retrasos eternos de sus grandes proyectos, está obligada a exigir la ejecución de este presupuesto que, de salir adelante, concreta algunas exigencias clave en estos momentos de lucha contra la pandemia del covid. Es imprescindible que no vuelvan a quedar sobre el papel inversiones -como un caso claro, el de la sede judicial de Lucena, prevista para este año pero que no se ha ejecutado y se incluye de nuevo- y que partidas muy interesantes, como una nueva de 32,6 millones de euros destinados a incentivos al desarrollo empresarial -imprescindible en estos momentos-, o la de 6,1 millones para formación profesional, se aprovechen y se agoten.

Son tiempos distintos, tiempos de lucha y de amortiguar desde las arcas públicas, en la medida de lo posible, los daños del desplome económico que está provocando la pandemia del coronavirus, que traerá una caída del PIB superior al 11% en Córdoba. Lo importante ahora es la habilidad negociadora del Gobierno andaluz para sacar adelante los Presupuestos de Andalucía para el 2021. El equipo de Juanma Moreno y Juan Marín (PP-Cs) necesitará derribar las barreras con Vox y aprobar en el Parlamento los Presupuestos de Andalucía para el 2021. Lo deseable sería un acuerdo de todas las formaciones políticas, pero parece un imposible a pesar de que los tiempos lo demandan.

(*) La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales.