Teme el comercio tradicional de Córdoba que no sea posible igualar esta Navidad las ventas del 2017. Y es que, a la competencia habitual de las grandes superficies y a la más reciente del comercio on line, se suma una circunstancia que no depende de campañas ni de estrategias comerciales: la situación económica, el elevado paro y los bajos sueldos que perciben los cordobeses. La propia Federación del Comercio así lo admite. Cuando la tarta es grande, hay para todos. Si se reduce, la aprovechan los más fuertes. Y la población de Córdoba no tiene bolsillos para sostener un ritmo de gasto alto, por mucho Black Friday y campañas de descuento, que tampoco las tiendas tradicionales pueden sostener. Si Córdoba recibiera turismo «de compras» habría al menos compensación.