Córdoba inicia una nueva etapa con José María Bellido en la Alcaldía. La ciudad vivirá un cambio de registro sustancial al pasar del gobierno PSOE-IU de los últimos cuatro años a la que será la primera experiencia de coalición de los populares en la capital. Bellido sumará sus 9 concejales (la lista más votada el 26-M) a los 5 del grupo de Ciudadanos que encabeza Isabel Albás. La presencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en el acto de investidura da idea de la importancia que concede el PP a la recuperación de esta plaza, en la que, como subrayó el nuevo alcalde, se reedita el pacto que ha llevado el cambio a la Junta de Andalucía.

Bellido es un hombre joven, de un perfil más técnico que político, poco dado a las puestas en escena exageradas que tanto proliferan en la vida pública, y con una ventaja inicial importante: su profundo conocimiento del Ayuntamiento de Córdoba, en el que está como concejal desde el año 2004. Además, fue responsable de Hacienda en el gobierno de José Antonio Nieto (2011-2015) y portavoz del PP en el último periodo. Desde ese conocimiento de Córdoba y del Ayuntamiento, Bellido tiene una ruta ya trazada, un proyecto de ciudad sobre el que hizo un discurso incluyente --«es la hora de una Córdoba de todos»-- en el que puso los objetivos en el empleo, la reactivación económica y la solución de los «atascos» de las licencias de Urbanismo. Pero también anunció un especial interés por la cultura, por resolver las listas de espera en los servicios sociales, por crear un observatorio de la discapacidad o por conseguir una ciudad «más amable, limpia y verde». Para cumplir estos compromisos, invitó a la participación y pidió a los cordobeses que le exijan, pero que también se exijan a sí mismos.

En el acto destacó cómo la alcaldesa saliente, Isabel Ambrosio, facilitó un relevo cortés y sin aristas, felicitando al nuevo alcalde y anunciando desde el PSOE una oposición «leal y constructiva» pero «vigilante». Ambrosio aseguró a su sucesor que le entregan «una Córdoba más justa, más solidaria, mejor de como la encontramos», con un 22% menos de paro, las cuentas saneadas, las empresas públicas recuperadas y proyectos en marcha o desbloqueados (Caballerizas, climatización de colegios, cercanías, logística) para los que emplazó a Bellido a que los culmine en beneficio de la ciudad.

Esos y otros muchos desafíos esperan al nuevo alcalde y al nuevo gobierno de coalición formado por Partido Popular y Ciudadanos, que, más allá del reparto de carteras entre los 14 concejales que suman, deberá responder al reto de la cohesión y la lealtad para formar un equipo eficaz en el que las luchas internas no frenen el trabajo. Y ver cómo gestionan ese «aliento en la nuca» que les anunció Vox, que tras la abstención de ayer espera ejercer influencia sobre el rumbo del Ayuntamiento.

Y el reto principal: Córdoba, que necesita y merece proyectos, inversión y un impulso que contagie a los ciudadanos. Esperemos que los protagonistas de la nueva etapa consigan imprimir esa «ilusión, pasión y ambición» anunciadas por el alcalde.