El escepticismo va dejando paso a nuevas convicciones sobre algunos proyectos de Córdoba. Así se ha podido comprobar en la última sesión del Foro 75 Ideas de Diario CÓRDOBA, celebrado el pasado jueves en la Fundación Cajasol. Nuestro periódico continúa revisando las propuestas surgidas al cierre del año 2016 --ejercicio en el que celebramos el 75 aniversario de nuestra cabecera-- de esos grupos de trabajo en los que 50 cualificadas personalidades cordobesas reflexionaron sobre el futuro de la ciudad y aportaron líneas de progreso. En la mayor parte de las materias revisitadas apenas se observan cambios, pero en los dos asuntos abordados esta semana, el futuro de Córdoba, ciudad de congresos y La marca Córdoba, sí se aprecian avances tanto en los hechos como en las actitudes. Una buena noticia, con todos los obligados matices, para una ciudad y una provincia tan necesitadas de estímulos de desarrollo.

En el caso de Córdoba como ciudad de congresos, la incredulidad está muy fundada, tras dos décadas de frustración en las que la ciudad no ha conseguido dotarse de una sede digna para celebración de grandes eventos y el posterior retraso --motivado por la paralización de las obras a cargo de las firmas adjudicatarias-- de los dos proyectos que siguen adelante: la reforma del Palacio de Congresos de la calle Torrijos y el futuro Centro de Convenciones y Ferias del Parque Joyero. Este último, con los trabajos paralizados al 48% de ejecución, tardará algo más hasta que el Ayuntamiento pueda adjudicar la obra de nuevo, pero el de Torrijos reabrirá en octubre del 2018. Son muchos los agravios acumulados, y muchas las pérdidas económicas derivadas de la imposibilidad de celebrar grandes congresos en nuestra ciudad, estimadas por el sector en 127 millones de euros desde el 2014. Aun así, en el encuentro primó la convicción de que no merece la pena seguir mirando atrás, sino, ahora que las soluciones están cerca, conviene prepararse para el futuro. Si la Junta de Andalucía licita de inmediato la concesión de la gestión y se hacen las cosas bien, en dos años Córdoba volverá a ser competitiva y a acoger a un turismo de congresos que es excepcionalmente beneficioso por su calidad y nivel de gasto. Los ponentes resaltaron que detectan «ganas» de aprovechar el fabuloso entorno patrimonial de nuestra ciudad y del propio palacio y se mostraron convencidos de que es posible.

Actitud, por tanto, positiva, tan necesaria para avanzar. Por su parte, el trabajo en torno a la marca Córdoba ha sido impulsado desde la Cátedra Córdoba Mundo de la UCO y la Asociación Córdobaactiva con respaldo de cuatro grandes empresas cordobesas (Torrent, Covap, Iluminaciones Ximénez y Faasa), el Ayuntamiento y la Diputación. ¿Cómo conseguir ligar a la marca Córdoba elementos que desde el exterior se perciban por su carga positiva y contribuyan al desarrollo? Ya hay un estudio de posicionamiento, pendiente de su presentación --que conviene que no se retrase-- al que se suma el interés de diversos sectores por concretar actuaciones. Una invitación a sumar esfuerzos y cualidades para fortalecer la imagen de Córdoba como tierra de posibilidades.