Llegó el momento de votar. Son 36.893.976 españoles --de los que 648.788 corresponden a la provincia de Córdoba--, los llamados a las urnas, y la clave de la jornada, más allá de los resultados que conozcamos esta noche, está en la participación. Cuanto más alta sea, más claro será el mandato de los españoles a los que serán sus representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado durante la próxima legislatura. Siendo la abstención una opción tan legítima como cualquier otra, y que muchas veces expresa el hastío de los ciudadanos y la falta de respuestas que estos encuentran en las propuestas de los políticos, lo cierto es que la campaña, que ha sido bronca y con una insistencia de los líderes en mantener posiciones poco flexibles y polarizadas, ha creado un clima de incertidumbre que sería bueno despejar con las urnas llenas. Aunque --siendo realistas-- lo más posible es que ese objetivo no se consiga, y esta noche los resultados planteen sorpresas, o un horizonte de dificultades, el derecho al voto es también una obligación cívica cuyo ejercicio robustece la democracia. Se dice que el reto está en que España supere el 70% de participación, pues la cota más baja de los comicios recientes se dio en el 2016, con un 69,84% de participación, que en Córdoba ascendió al 71,04%, la más baja desde 1979. España se la juega entre dos modelos, o así lo han planteado los candidatos. Es hora de ver qué piensan los votantes.