La vivienda en la costa, la segunda residencia habitual en España, sigue los pasos de la recuperación inmobiliaria de las grandes ciudades. En Barcelona o en Madrid, vivienda nueva es sinónimo de subida de precios y en el litoral esa dinámica ya comienza a registrarse en un número creciente de municipios donde han comenzado a aparecer las grúas, pese a que en algunos aún reste estoc por vender. El último informe de Tinsa 'Vivienda en costa 2017' refleja ya ese fenómeno: nueva producción y nuevos precios van de la mano.

El informe recoge que la situación de la vivienda vacacional es de clara mejoría en un 22,4% de las 58 franjas que componen el litoral español (y que se incluyen en el estudio) en el 2017, frente al 8,8% del año pasado. "Si consideramos que en otro 43,1% se perciben indicios de mejora, puede concluirse que casi dos terceras partes de las zonas el mercado litoral evoluciona de manera positiva", se señala. Pero coincide que la estadística de precios a partir de las tasaciones realizadas registra crecimientos en tasa interanual en el primer trimestre del año en 84 de los 136 municipios con dato disponible, 13 localidades más que en el informe del año pasado. Un vistazo a los mapas de producción y precios que incluye el estudio acaban de completar un panorama que señala precios al alza en las zonas de nueva producción.

"Ofrecemos datos, más que las conclusiones en el estudio. Preferimos limitarnos a las estadísticas, pero es verdad que existe ya una gran coincidencia entre las zonas en las que se registran nuevas promociones y las que ya están subiendo de precio", afirma Tomás Navas, delegado de Tinsa en Catalunya. Las zonas de costa donde el mercado de vivienda vacacional muestra claros signos de recuperación en la producción se localizan en las islas Canarias, Mallorca e Ibiza, Costa Dorada y provincia de Barcelona, en Catalunya, el sur de Alicante, la costa oriental de Málaga y la costa gaditana entre Tarifa y Conil. También en Guipúzcoa, aunque en esta provincia la segunda residencia se funde con el mercado de primera residencia.

RECUPERACIÓN AVANZADA

El Mediterráneo, por lo general, está más avanzado en la recuperación que la costa atlántica y cantábrica. En todas las provincias del arco mediterráneo se detectan ubicaciones donde el mercado de vivienda vacacional evoluciona positivamente, con la excepción de la costa de Granada en su conjunto.

De forma paralela las subidas de precios se producen prácticamente en las mismas zonas. En la costa de Alicante, Barcelona, Málaga, Cádiz y las islas, las subidas de precios están más asentadas y se dan en un mayor número de localidades que en otras provincias. Los municipios costeros de las provincias de Castellón, Huelva y Murcia siguen por lo general abaratándose, aunque hay municipios que están experimentando un mejor comportamiento, como la onubense Isla Cristina (7,5%) y Águilas, en Murcia (5%).

"Hay que reparar en que son medias y no acostumbran a reflejar el detalle", explica Navas. "La primera línea de mar en Blanes, por poner un ejemplo, refleja ya precios al alza, sin embargo, en el conjunto del municipio van aún a la baja", agrega. En algunos casos, se trata de municipios extensos donde el mercado más pegado a la costa tiene una evolución diferente al de las zonas ubicadas más hacia el interior. Y, con frecuencia, conviven, por un lado, la venta de producto en estoc, en ocasiones a precio de liquidación, y, por otro, la venta de viviendas nuevas de mejores calidades y ubicaciones.

EVOLUCIÓN LÓGICA

"El mercado está registrando una evolución lógica: primero se recuperaron las grandes ciudades (Barcelona y Madrid, por este orden) y ahora le llega al turno a la segunda residencia, principalmente la vivienda de playa", explica Beatriz Toribio, responsable de análisis de mercado de Fotocasa. La prueba, describe, es que de las 10 provincias que más han incrementado precios en el 2017, siete son costeras, con Barcelona y Baleares a la cabeza. "Sin duda se trata del segundo mercado en la recuperación", agrega.

Por supuesto, la dinámica alcista de precios no se produce de manera uniforme. Incluso en zonas donde ya se registran alzas, no todo el producto se mueve al mismo ritmo. "En la Costa Brava los precios son relativamente estables en este momento, aunque es cierto que hay municipios, como Llafranc o Calella de Palafrugell, donde ya se empiezan a notar incrementos", explica Tom Maidment, socio de Lucas Fox, encargado de la zona de Costra Brava y Maresme. Reconoce, no obstante, que estamos solo al principio de un nuevo ciclo. Los promotores (muchos de ellos nuevos) se han decidido ya a construir. Incluso algunos fondos de inversión compraron suelo durante la crisis en muchas zonas costeras, que ahora están dispuestos a desarrollar.