Hace apenas cinco días que el sector del automóvil publicó una carta abierta pidiendo «prudencia y moderación» a la hora de hablar del diésel. Los ecologistas hicieron caso omiso a la petición y ayer volvieron a insistir en que el diésel debe desaparecer. Exigen que «se deje de engañar a los consumidores» con eslóganes como «diésel limpio», algo que, según sus estudios, no existe.

A los ecologistas les queda una dura batalla por delante. En torno a 43 millones de vehículos con motores diésel con emisiones excesivas circulan por las carreteras de Europa, y su número sigue creciendo tres años después de que se descubriera el escándalo del dieselgate. Un informe realizado por Transport and Environment (T&E), organización verde integrada por 53 asociaciones de 26 países, asegura que los motores que comercializan las marcas en condiciones de conducción real emiten nueve veces más óxidos de nitrógeno de lo previsto en las normativas medioambientales. Los motores de combustión, incluidos los que han pasado las pruebas oficiales, «no están limpios y continuarán contaminando en el futuro».

TOQUE DE ATENCIÓN AL GOBIERNO / Ecologistas en Acción, que en la guerra del diésel va de la mano de la federación T&E, ha aprovechado la presentación del informe europeo para dar un toque de atención al Gobierno y pedir que se cambien «de manera inmediata» las pruebas que se realizan a los coches para recibir las diferentes etiquetas en función de lo mucho (o poco) que contaminan. La organización ha detectado «debilidades en los test», que se llevan a cabo en condiciones que no representan la conducción habitual: en una nave cerrada, con una duración inferior a los 20 minutos, con un solo ocupante, con la misma presión, y con una temperatura de unos 20 o 30 grados. «La realidad demuestra que las etiquetas no sirven porque las pruebas deberían realizarse en condiciones reales de conducción», detalla Nuria Blázquez, coordinadora de Transporte de Ecologistas en Acción.

Según los ecologistas, los vehículos diésel -incluso los que son teóricamente limpios- son muy contaminantes. «En algunos casos tanto como los matriculados hace más de 15 años. Esto desmonta el mito de los fabricantes, que siempre afirman que el problema de la contaminación es la antigüedad de la flota». Los datos de la organización demuestran que el diésel -todo tipo de diésel- sigue muy vivo: en España se matricularon el año pasado 700.000 vehículos que usan diésel.

Entre las recomendaciones de Ecologistas en Acción está la de que desaparezca la etiqueta ECO, un logo «engañoso» porque «ningún vehículo a motor es ecológico». Esta categoría incluye los vehículos a gas, que «no son una opción para la transición ecológica», mientras que los vehículos híbridos no enchufables también tienen huella ecológica.