El año pasado el turismo mundial volvió a mostrar su fortaleza al desplazar por todo el planeta a 1.322 millones de personas, el 7% más que en el 2017 (el mayor crecimiento desde el 2010), según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Este movimiento, que lleva creciendo de forma imparable en las últimas siete décadas, representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, el 7% de todas las exportaciones y aporta uno de cada 10 empleos. La previsión es que en el 2030 la cifra de turistas internacionales por el mundo sea de 1.800 millones.

En vísperas de la inauguración de la más grande feria del turismo mundial, Fitur, el nuevo secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, se ha encontrado con un balance anual muy positivo en el que se aprecia un aumento del interés por zonas antes minoritarias, como África, la recuperación de países como Egipto, Turquía o Túnez y el creciente potencial como países emisores de turistas de China y EEUU.

ATRACCIÓN DE EUROPA / En todo caso, Europa sigue siendo el destino preferido de todos los ciudadanos del mundo que quieren viajar, acaparando más de la mitad de los turistas (671 millones) y el 37% de los ingresos cifrados en 364.110 millones de euros (447.000 millones de dólares).

Francia es el país más visitado, y se ha recuperado rápidamente en los tres últimos cuatrimestres, según el organismo internacional, tras el atentado de la discoteca Bataclán que conmocionó a la población local y foránea e impactó en los primeros meses. Al país galo le siguen EEUU y España. A falta de que el país norteamericano cierre los resultados del año pasado, España avanza al segundo puesto como potencia turística mundial. Sin embargo, por ingresos EEUU y España son los países que encabezan el listado en cuanto a la rentabilidad económica de esta industria.

El caso de España merece desde hace años un capítulo aparte. La cifra récord de 82 millones de visitantes el año pasado supone un crecimiento del 9%, por encima de la media mundial avanzada por la OMT. Zurab Pololikashvili no ha dado importancia a la incidencia de la crisis política catalana en la llegada de turistas ya que, ha dicho, sigue siendo el destino más visitado y porque el balance final es positivo, pese a la caída de algunos turistas de toda la vida, como los franceses.

El responsable de la OMT ha negado que en los últimos años el crecimiento de viajes a España haya sido consecuencia de la caída de destinos competidores del Mediterráneo como Egipto, Turquía o Túnez. «España no ha robado nada a nadie», señaló Pololikashvili en rueda de prensa, rompiendo así el mensaje reiterado en los últimos años por el lobi turístico español representado por Exceltur, que ha dado siempre al crecimiento de visitantes extranjeros a España un carácter coyuntural como consecuencia de la inestabilidad política de estos países.

En el balance de la OMT se observa que en el último año el turismo a Oriente Medio ha crecido el 5%, lo que supone 58 millones de llegadas de visitantes extranjeros. De ellos, cinco millones eligieron Túnez como destino, una cifra muy parecida a los años anteriores a la primavera árabe.