Este año el sector turístico español prevé empezar la temporada de vacaciones con muy buen pie, ante una Semana Santa que ha caído tarde en el calendario y que augura buenas previsiones en las reservas. Los turistas se moverán más que en el 2018 y muchos lo harán durante más tiempo. O al menos esas son las sensaciones de una industria que insiste en que en esta época suele haber mucho indeciso que decide qué hacer en el ultimísimo momento y muchas veces en función de la meteorología.

Ya con las vacaciones empezadas para los más afortunados (la operación salida comenzó el viernes), las previsiones del sector hablan de un incremento de la ocupación de cerca del 10% respecto al año pasado. El motivo es el «apetito» de muchos por pillar unos días de vacaciones tras cuatro meses sin ningún puente y el previsible buen tiempo en muchas zonas -se espera una semana despejada con la entrada de algún frente por el noreste a mediados-. «Se nota que hay alegría y eso se traduce en crecimiento», resume el director de Desarrollo de Negocio y Cruceros de Globalia-Halcón Viajes, Santiago Méndez de la Cuesta.

Según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), se espera de media llegar al 75% de la ocupación durante toda la semana -el año pasado fue del 65%-- y de jueves a domingo, al 85% -similar a la del 2018-. «La buena noticia este año es que los hoteles no estarán solo llenos de jueves a domingo, sino que ha aumentado mucho la ocupación en la semana larga, esa es la gran diferencia respecto a otros años», apunta el secretario general de CEHAT, Ramón Estalella. En comunidades como Aragón y Castilla y León también es festivo el martes 23, lo que permite que muchos puedan estirar más la semana.

Los expertos coinciden en señalar como destinos principales los clásicos en esta época del año: las zonas de costa del Mediterráneo y las islas -con la particularidad de que Canarias y Baleares verán cómo se incrementa la llegada de turistas nacionales ante el descenso del número de extranjeros en estos primeros meses del año- pero, sobre todo, las ciudades con un claro matiz de Semana Santa como son Sevilla, Málaga, Valladolid y Zamora. «También la cornisa cantábrica, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco», añade el presidente de la Confederación española de agencia de viajes (CEAV), Rafael Gallego.

MENOS NIEVE / «A diferencia de otros años, como el pasado, en los que los festivos cayeron en marzo y había muchas nevadas, este hay menos nieve y esto afectará a los puertos de montaña. Si se mantiene la previsión, los destinos de costa saldrán mejor parados», asegura Gallego. No obstante, eso no quiere decir que no vaya a haber turistas en las montañas, pues según el secretario general de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Ramón Estalella, el Pirineo y Sierra Nevada tendrán una buena ocupación puesto que esta será para muchos «la última semana de esquí del año».

También los destinos de interior. Semana Santa es la época del año en la que los viajeros más apuestan por el turismo rural y los hoteles con encanto. Según las reservas del portal Escapada Rural, sobre datos de un calendario de más de 10.000 destinos, sus alojamientos presentan una ocupación del 69% -tres puntos más que el año pasado en estas fechas- en los cuatro días de festivos oficiales y tienen a Navarra como líder en ocupación (88%), igual que el año pasado, seguida de Extremadura (78%) y el País Vasco (88%).