Tesla ha anunciado esta semana que buscará ampliar su capital por valor de 2.000 millones de dólares (1.844 millones de euros) mediante la venta de 2,65 millones de acciones de la compañía. La noticia llega tras las reiteradas declaraciones del consejero delegado de la firma, Elon Musk, alegando que Tesla no necesita más dinero para llevar a cabo sus planes de producción y expansión. De hecho, la última vez que el fundador de la marca lo dijo fue durante el último balance económico el pasado 29 de enero.

"No tiene sentido ampliar el capital", dijo Musk. "Diluir la compañía para pagar deuda no parece un movimiento inteligente", añadió. Desde siempre, Elon Musk se ha mostrado muy reticente a la idea de vender acciones para ampliar el capital de la empresa, incluso cuando parecía que no había otra opción para mantenerla a flote. Una operación de este tipo comporta que el peso del emprendedor sudafricano en la estructura accionarial de la compañía también se diluya.

Quizá es por eso que, en el mismo anuncio, se confirmó que Musk compraría acciones por valor de 10 millones de dólares (9,2 millones de euros). Larry Ellison, cofundador de Oracle y miembro del consejo de administración de Tesla, invertirá también un millón de dólares en acciones.

A UN PRECIO DESORBITADO

Cada acción de Tesla tiene un precio, a la hora de la redacción de este artículo, de 804 dólares (741 euros), más del triple que en octubre. La noticia, adelantada antes de la apertura del mercado estadounidense el jueves, parecía que iba a tener un impacto negativo en el precio de sus títulos debido a una caída del 1% a primera hora. No obstante, la jornada cerró con el citado precio de 804 dólares por título, un 4,78% más en comparación con el cierre del miércoles. Dicho precio otorga a Tesla un valor de 144.900 millones de dólares (133.600 millones de euros), casi 62 millones más que la suma de General Motors (50,43) y Ford (32,71), sus dos principales rivales estadounidenses.

Con esta ampliación, que permitirá a Tesla pagar algo de su deuda, que asciende a 13.420 millones de dólares (cierre de 2019), y prepararse para sus siguientes retos: producir más baterías, desarrollar mejores baterías, preparar la producción del SUV Model Y y del deportivo Tesla Roadster y construir la planta de Alemania. En cuanto a las baterías, el mismo Musk admitió que no tiene demasiado sentido proceder con la producción del Tesla Semi, su camión eléctrico, sin baterías más capaces. Cabe recordar que muchas empresas, algunas importantes como Pepsi, Sysco, UPS y FedEx, tienen reservadas varias unidades del camión que, en su presentación, se dijo que llegaría en 2019.

LA SEC ATACA DE NUEVO

Esta será la segunda ampliación de capital en menos de un año. En mayo, Tesla consiguió 2.300 millones de dólares para terminar la construcción de su planta en China e iniciar la producción, además de continuar trabajando en el desarrollo del Model Y y el Semi.

Paralelamente a los planes de Tesla para conseguir más dinero, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que se encarga de regular y garantizar el correcto desempeño de los mercados, ha iniciado una nueva investigación sobre la compañía centrada en "ciertos datos financieros y contratos" entre los que se incluyen los acuerdos de financiación de la marca. Esta investigación arranca tras concluirse otra por un tuit de Musk detallando la producción del Model 3. Asimismo, la SEC obligó a Musk a dejar la presidencia de Tesla en septiembre de 2018 para ahorrarse una demanda a raíz, precisamente, de otro tuit anunciando la privatización de la marca, algo que nunca se llevó a cabo.