Todos los agentes económicos reaccionaron ayer con gran decepción ante la nueva convocatoria electoral. Tan solo el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se permitió saludar la llamad a las urnas: Para ver lo que estamos viendo, pues igual es mejor que haya elecciones.

Al margen de eso, en general, los representantes empresariales pusieron el acento en que el bloqueo político está impidiendo adoptar medidas frente a la desaceleración económica.

Los representante sindicales, por su parte, lo que lamentaron fue la oportunidad perdida de manera irresponsable para lograr un gobierno de progreso, según los líderes de CCOO y UGT Unai Sordo y Pepe Álvarez.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, subrayó que la incertidumbre no es buena para la economía y apuntó que cuanto antes se resuelva la situación política del país más favorable será la evolución económica.

En la misma linea abundó el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Sebastián Albella, si bien lanzó un mensaje tranquilizador al afirmar que no se aprecian señales de estrés en los mercados ante las nuevas elecciones. La bolsa española subió ayer el 0,31% y la prima de riesgo de la deuda bajó a 75,40 puntos.

MÁXIMOS EJECUTIVOS

Dentro del mundo empresarial, los máximos ejecutivos de Enagás, Bankia, Repsol y Ferrovial, coincidieron en la defensa de la estabilidad política para el desenvolvimiento de los negocios. Al menos que no aumente la incertidumbre, se atrevió a desear Antoni Llardén, presidente de Enagás en en el Foro Tendencias 2020, de El País y Kreab.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, citó a Italia como ejemplo de los riesgos que conlleva la inestabilidad política. Rafael del Pino (Ferrovial) destacó la importancia de contar con un marco político estable para crear un clima de inversión, que es lo que hace que la economía crezca y haya mayor bienestar social. Y Josu Jon Imaz (Repsol) emplazó a situar la apuesta por la España productiva, por la competitividad y la educación en el centro de los futuros acuerdos políticos.

PATRONALES

Entre las patronales, CEOE y Foment del Treball mostraron su preocupación y urgieron al futuro Gobierno a que implemente las medidas económicas necesarias para asegurar que la economía española sea capaz de hacer frente a los retos que plantea la ralentización.

Y la patronal Pimec subrayó algunas de las reformas que vuelven al cajón con la disolución del Parlamento: la rebaja de la fiscalidad de las pymes, la reducción del precio de la energía y la lucha contra la morosidad

Sin perder de vista los compromisos pendientes, CCOO, UGT y CSIF remitieron una carta conjunta al presidente del Gobierno en funciones para que garantice a los empleados públicos la subida salarial pactada para el ejercicio 2020 .