La igualdad de género en las empresas está lejos de conseguirse en todos los ámbitos de responsabilidad, pero si hay un perfil en el que ellas son menos es en los puestos de mando. Las directivas de las empresas españolas todavía tienen una cuota inferior a la de sus compañeros hombres, pero además, se encuentran muchas barreras en el camino que no facilitan ese equilibrio, y cada vez más. Así, en el último año el número de directivas que perciben barreras de género ha aumentado respecto a 2017, sobre todo, en lo relativo a la conciliación (del 27% al 46%), desigualdad salarial (del 33% al 40%) y reconocimiento de su labor (del 26% al 34%).

El crecimiento de ese techo de cristal es una de las principales conclusiones de la tercera edición del estudio 'ESADE Gender Monitor', que analiza el equilibrio de género en la empresa a través de una encuesta realizada a 500 directivas en relación a las políticas de igualdad de sus compañías, en el que se destaca la dificultad para conciliar y el hecho de no identificarse con los valores de la alta dirección como principales frenos para promocionar a puestos de mayor responsabilidad, según el 46% de las encuestadas.

Sobre el papel de la empresa, desciende el número de directivas que considera que su compañía tiene una implicación "directa" en políticas de igualdad, y pese a que un 54% de ellas cree que el equilibrio de género forma parte de la estrategia de su compañía, un 63,41% opina que éste no supone una prioridad para la organización.

Por el contrario, sobre los motivos que hacen a algunas empresas apostar por el equilibrio de género, el 18% de las directivas afirma que su organización las implementa para "hacer crecer la productividad de la plantilla" y el 16% considera que lo hace para "incrementar la ventaja competitiva de la compañía". El volumen de aquellas que cree que sus empresas ven la eliminación del techo de cristal como "una moda" o "un problema para las mujeres" disminuye del 64% al 36% en los últimos tres años.

Por otra parte, preguntadas por el influjo del 8-M en la igualdad de género de sus empresas, el 58% estima que ha tenido una repercusión positiva aunque insuficiente para el 44% de las consultadas. Un 30,67% piensa que no ha tenido ningún efecto y un 10,43%, que ha sido contraproducente para el mensaje que reivindicaba.