España sigue a la cola de Europa en cuanto a la valoración que hacen los consumidores sobre las prestaciones de servicios que reciben. Según el nuevo cuadro de indicadores de los mercados de consumo publicado por la Comisión Europea, la confianza se sitúa en España cinco puntos por debajo de la media de la UE y alcanza los diez puntos de diferencia en suministro eléctrico, hipotecas, servicios de telefonía móvil, cuentas bancarias y servicios de telefonía fija, los ámbitos con peor nota.

El informe, de carácter bianual, analiza las prestaciones a nivel europeo en 40 sectores de los ámbitos de mercancías y servicios. Y en ambos ámbitos, España recibe un sonoro suspenso. De los 15 mercados examinados, solo superan el aprobado en dos, y en tres de los 25 servicios examinados. «Ha aumentado la confianza de los consumidores, pero todavía son demasiados los que sufren malas experiencias en determinados mercados. Por ejemplo, al comprar bienes inmuebles o vehículos de segunda mano», reconoce la comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad, Vera Jourova, sin referirse a un país en concreto.

La insatisfacción de los consumidores en España sigue siendo especialmente visible en los servicios de electricidad (-18,1 puntos por debajo de la media europea), hipotecas(-16,8%), telefonía móvil (-14,4%), cuentas bancarias (-13,7%) y servicios de telefonía móvil (-12,1%). Los únicos tres segmentos que están en línea con otros países de la UE se refieren a alojamientos vacacionales, productos de uso diario y servicios de cuidado personal (peluquerías, etcétera).

A escala global, Bruselas constata que aunque la situación en la UE ha mejorado respecto al 2010, los avances en los últimos dos años siguen siendo limitados, y determinados mercados suscitan desconfianza. Por ejemplo, solo el 53% confía en que las empresas respeten las normas sobre protección de los consumidores, frente al 59% en el ámbito de las mercancías.