La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) no se traducirá, en caso de aprobarse, en más impuestos o cotizaciones para los trabajadores autónomos. A ello se comprometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control celebrada en el Congreso de ayer. Lo que no aclaró es si para evitar esa subida se aplicará una prórroga de los incrementos de las bases de cotización para este colectivo o si será porque entrará en vigor la reforma de cotizaciones en función de ingresos. No lleva ni una semana en negro sobre blanco y la subida del salario mínimo ya se ha convertido en uno de los principales calibres de munición discursiva con el que la oposición bombardea al Ejecutivo de Pedro Sánchez. El líder del PP, Pablo Casado, definió esta y otras medidas del acuerdo como un «infierno fiscal» y su homólogo de Ciudadanos, Albert Rivera, que en el 2008 la llevaba en su programa, la calificó como un «sablazo a los autónomos».

La polémica surge fruto de uno de los efectos colaterales de subir el salario mínimo: por ley deben subir también las bases mínimas de cotización de todos los trabajadores. Actualmente la base mínima está en 858,6 euros para los asalariados y en 932,7 euros para los autónomos y, de subirse a 900 euros el SMI, esta ascendería a 1050,1 euros. Los trabajadores por cuenta propia calculan la cuota que pagan mensualmente en función de las bases de cotización. De la referencia de los 1.050,1 euros pagan, tirando por el mínimo, el 29,9%, que equivale a las contingencias comunes. Es decir, un total de 1.726.000 autónomos, que son los que según las estadísticas del Ministerio de Trabajo del segundo trimestre del 2018 cotizan por la base mínima, verían como su cotización sube alrededor de 420 euros al año, o lo que es lo mismo, 35 euros al mes. Para aquellos que se acogen a la tarifa bonificada, la diferencia debería costearla Hacienda. La concreción o su falta respecto a los tiempos en los que entrarán en vigor las reformas del nuevo acuerdo presupuestario son la brecha donde la oposición apunta su artilleria. El acuerdo presupuestario fija la reforma del sistema de cotización de autónomos en función de sus ingresos reales pero lo emplaza «dentro del 2019».