Patronal y sindicatos firmaron ayer un preacuerdo salarial para la negociación colectiva de este año y los dos siguientes (del 2018 al 2020) que incluye una subida de los sueldos en el «entorno del 2%» más una parte variable que puede llegar al 1% ligada a conceptos tales como «evolución de la productividad, resultados, absentismo injustificado y otros en base a indicadores cuantificados, medibles y conocidos por ambas partes», según el texto pactado.

Según lo anticipado en los últimos días, el preacuerdo «insta» a establecer un salario mínimo de convenio de 14.000 euros anuales (1.000 euros al mes) de forma «gradual», durante la vigencia del pacto, hasta el 2020. Además, el texto incluye el compromiso de ambas partes de negociar con el Gobierno un listado de 10 temas que, entre otras cuestiones, pretende poner fin a la «competencia desleal» que supone la externalización de funciones en la empresa a través de subcontratas con peores condiciones laborales.

La firma de este preacuerdo constituye el primer gran pacto social dentro de la etapa de Gobierno de Pedro Sánchez, que se anota un tanto importante cuando aún no ha cumplido un mes en el cargo. Tras año y medio de bloqueo en la negociación colectiva, el nuevo clima político parece haber resultado determinante para desbloquear las conversaciones y poner fin al calendario de protestas que ya habían iniciado los sindicatos en demanda de una mayor participación de las rentas salariales en la recuperación económica.

SIN CLÁUSULA DE SALVAGUARDA / El texto sin embargo, evita hacer ninguna recomendación sobre la inclusión de cláusulas de garantía salarial en los convenios sectoriales o de empresa. El documento se limita a indicar de forma vaga que los convenios colectivos «podrán» establecer mecanismos de revisión salarial «teniendo en cuenta los indicadores que en cada caso estimen aplicables los negociadores».

La no inclusión de una cláusula de garantía salarial fue el motivo que impidió a los agentes sociales llegar a un acuerdo marco en el 2017. Ahora, la vaga referencia a que los convenios «podrán» incorporar tal cláusula ha hecho posible el acuerdo que deseaban ambas partes.

A cambio, las partes firmantes coinciden en la necesidad de que durante los periodos de negociación de los convenios colectivos estos conserven su vigencia, «a fin de garantizar su ultractividad». No obstante, se establece que cada una de las partes podrá decidir que la negociación está agotada y, por tanto, instar la mediación obligatoria o el arbitraje voluntario.

El preacuerdo ha sido firmado en la sede de CEOE por los presidentes de esta patronal, Juan Rosell, y de Cepyme, Antonio Garamendi, y por los secretarios generales de CCOO y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez. Ninguno hizo declaraciones al término de la reunión.

En un comunicado conjunto todas las partes firmantes explican que el preacuerdo debe ser sometido a la ratificación de los órganos de gobierno de las organizaciones, antes de la posterior firma definitiva del que será el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Ayer, horas antes de la firma del preacuerdo, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ya se mostró optimista por el logro de un pacto que, desde su punto de vista, servirá para «elevar las cotizaciones a la seguridad social» y «mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras». Así lo afirmó en un desayuno informativo con el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) organizado por Fórum Europa.

De hecho, el texto firmado por los agentes sociales incluye un listado de diez acuerdos alcanzados entre ambas partes «que deben ser desarrollados en el ámbito tripartito con el Gobierno de España». Aquí se incluye la regulación las subcontratas, la reducción de jornada como alternativa al despido, la formación profesional y el absentismo. El contrato de relevo, la lucha contra la economía sumergida y las medidas de igualdad laboral y salarial entre hombres y mujeres forman del catálogo.