Los sindicatos con representación mayoritaria en el tejido empresarial de Catalunya, CCOO y UGT, se han desmarcado de la convocatoria de un nuevo "paro de país" planteado por la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) para este otoño, con motivo del primer aniversario del referéndum del 1-O.

En declaraciones a los periodistas tras firmar el quinto Acord Interprofessional de Catalunya (AIC) en el Palau de la Generalitat, el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, ha rechazado dar apoyo a ninguna convocatoria de paro general en otoño. "No estamos en la clave de convocar paros generales. La situación económica, social y política aún tiene margen para el diálogo y la concertación", ha asegurado.

Por su parte, su homólogo de UGT, Camil Ros, ha instado a las organizaciones soberanistas a "buscar consensos", en lugar de plantear posibles acciones como un nuevo paro de país. Ambas organizaciones ya rechazaron sumarse a los paros totales posteriores al referéndum del 1 de octubre. El día 3 realizaron paros parciales de dos horas y el 8 no realizaron movilización alguna.

División de opiniones entre el resto de sindicatos

Más allá del binomio CCOO y UGT, al resto de sindicatos tampoco les ha llegado ninguna propuesta oficial sobre un nuevo paro de país. Fuentes de la Coordinadora Obrera Sindical (COS), uno de los sindicatos promotores de las huelgas del 3 de octubre y del 8 de noviembre, afirman que, de momento, no han recibido convocatoria concreta al respecto. "No descartamos nada, pero para secundar algo así debería haber una cobertura legal para los trabajadores en forma de convocatoria de huelga y se debería organizar en coordinación con otros sindicatos de la izquierda independentista", cuentan.

A la Intersindical-CSC, que también secundó los paros, tampoco la ANC les ha trasladado nada y coinciden en sus postulados con la COS. "La convocatoria debe ser una herramienta eficiente para conseguir un objetivo", afirman, resaltando la necesidad de una causalidad.

Por su parte, desde otros sindicatos como la CGT o la IAC también trasladan que no pueden posicionarse sobre la hipótesis, ya que no tienen encima de sus mesas ninguna propuesta. Los límites legales para convocar una huelga general son de, mínimo, diez días de antelación.