El mercado laboral en España convive con la paradoja de tener la segunda tasa más alta de paro de los 28 estados de la Unión Europea y, a su vez, que las empresas tengan crecientes problemas para encontrar el candidato que mejor se adapta a los requisitos del puesto de trabajo. Según un informe de la consultora Adecco publicado esta semana, el 58,7% de las empresas tuvieron dificultades en el 2017 para cubrir determinadas vacantes.

Los obstáculos para triar entre una masa de más de tres millones de demandantes de empleo muestran una tendencia al alza, ya que en el 2016 la cifra fue del 56,6% y en el 2015 del 50,9%. Y las áreas donde las compañías debieron rastrear más el mercado laboral en busca del candidato ideal fueron las de comercial (28,8%), TIC (25,6%) e ingeniería y producción (19,5%).

En la edición del 2017 del informe "Infoempleo Adecco", la consultora analiza un total de 334.972 ofertas de empleo en las que se ofrecían 1.077.228 vacantes correspondientes al periodo 2016-2017. De estas surge el retrato robot del candidato más buscado: Titulado en ADE de 33 años con experiencia en el sector de los servicios, más concretamente en el negocio de la hostelería.

No es el más dinámico en cuanto a cambios, pero, por sectores, el de servicios continuó dominando la oferta laboral española, con más de la mitad (56,3%) de las ofertas. De entre las profesiones del tercer sector, la más pujante es la hostelería, con el 11,6% de las ofertas, cuatro puntos superior al 2016.

La industria y el sector de las TIC son dos espacios de actividad que se mantuvieron prácticamente constantes entre el 2016 y el 2017, con el 26,5% y el 12,8% respectivamente. Donde sí creció la necesidad de empleo fue en la construcción, que recuperó algo de peso sobre el total de la economía, aunque continuó en una posición claramente minoritaria dentro del global, ya que representó el 3,7% del total de ofertas analizadas en el informe. En el 2016 representó el 2,3%.

LA EXPERIENCIA COTIZA AL ALZA

La experiencia siguió cotizando al alza en el 2017, pues esta fue requerida en el 80,5% de las ofertas de empleo, un punto por encima que el año anterior. Además, el 74,5% de los reclutadores dieron más importancia a esta que a la formación a la hora de seleccionar los candidatos.

En referencia a la formación y por mucho que múltiples voces del panorama empresarial reivindiquen la formación profesional, en las ofertas de empleo que publicitaron las compañías el año pasado los grados universitarios continuaron siendo la mejor tarjeta de presentación. En el 2017, el 40,5% de los puestos de trabajo demandados exigían, como mínimo, una titulación universitaria.

No obstante, los oficios ganaron empleabilidad respecto al año anterior, ya que, sumando la FP de grado medio y la de grado superior, la cifra fue en el 2017 fue del 40,8%. Un porcentaje superior a la de las titulaciones universitarias y ocho puntos mayor que en el 2016.

Aunque la empleabilidad haya aumentado, salarialmente continúa saliendo más a cuenta ir a la universidad, ya que un graduado percibe un sueldo el 21% mayor que el de un titulado superior en Formación Profesional. La brecha que separó un universitario de alguien sin ninguna formación académica fue todavía mayor, concretamente el 74% superior que el de un trabajador sin estudios o con estudios básicos.