El Gobierno prevé sacar 3.000 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extra de Navidad de las pensiones, lo que dejará la llamada «hucha de las pensiones» en unos 5.000 millones de euros.

Así lo ha asegurado la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, en una entrevista a El País, donde ha explicado que sumará a este importe los 6.300 millones de euros que sobran del préstamo del Tesoro que el Estado concedió a la Seguridad Social en los presupuestos generales para 2018.

Valerio ha acusado al anterior gobierno del PP de «mirar para otro lado» durante los últimos años en los que ha tirado del Fondo de Reserva, que llegó a estar dotado con 67.000 millones, y ha mostrado las dificultades a las que se enfrenta para «dar un giro copernicano al transatlántico que es la Seguridad Social».

La ministra descarta que el Gobierno esté pensando en ampliar la edad de jubilación o el cómputo de años para el cálculo de la pensión, pero se muestra a favor de revisar las prestaciones que se pagan con cargo a la Seguridad Social, apuntando que las de paternidad y maternidad «tienen que ver con la política de Estado».

Las reacciones a la noticia no se hicieron esperar y la primera llegó de la mano del secretario general del sindicato CCOO, Unai Sordo, quien criticó ayer lo que considera el uso «precipitado» e «irresponsable» del Fondo de Reserva de la Seguridad Social.

En rueda de prensa para presentar el Observatorio Social de CCOO, Sordo instó al Gobierno socialista de Pedro Sánchez a tomar medidas de ingresos para garantizar las pensiones, después de que en los últimos años se hayan «volatilizado» los 60.000 millones del Fondo a consecuencia de la crisis económica.

Sordo lamentó asimismo el «agotamiento precipitado» del Fondo, que se creó para hacer frente al progresivo envejecimiento de la población y al previsto aumento del número de pensionistas a partir de la jubilación de la generación del baby boom.