Samsung decidió ayer posponer el lanzamiento de su nuevo modelo Galaxy Fold, el primer móvil plegable, en tanto concluya la inspección que ha iniciado para determinar la causa de los fallos detectados en la pantalla principal de las unidades que se proporcionaron como prototipos de pruebas a varios periodistas especializados.

Se ha «paralizado» de momento la actividad relativa a este dispositivo, que se preveía lanzar el próximo viernes en Estados Unidos y el 3 de mayo en varios países de Europa, entre ellos España. Las acciones del grupo cayeron un 4,3% en la bolsa de Seúl.

La compañía había convocado para presentar el dispositivo a los medios de comunicación españoles a un acto para mañana, que también ha quedado «pospuesto». El problema se detectó después de que la compañía proporcionara a varios medios de comunicación un número limitado de muestras de Galaxy Fold para que lo probaran.

Se produjeron dos casos distintos. Uno en el que unos periodistas «quitaron la película protectora de la pantalla», algo que «no debían de haber hecho» y por eso se registraron daños en la pantalla, según las fuentes. El móvil presenta un capa protectora que forma parte de la estructura de la pantalla diseñada para protegerla de arañazos y, por lo visto, no debía de haberse quitado. En el segundo caso, se detectaron problemas inesperados en la pantalla que los técnicos de la compañía han empezado a analizar.

Samsung está preguntando a todos los países para determinar si se han detectado más problemas para buscar una solución urgente. Las unidades de pruebas averiadas no superaron el uso de los periodistas, que en algunos casos manipularon el terminal al eliminar el citado protector de pantalla que forma parte integral de la misma. También se notificaron parpadeos en los paneles, que al parecer son inevitables en el caso de las pantallas que se doblan.

La polémica recuerda a la sufrida tras el lanzamiento de los móviles Galaxy Note 7 y sus problemas con las baterías. El reto de estos terminales era la bisagra que une las pantallas, y que la compañía aseguraba que era posible doblar unas 200.000 veces sin problemas. Pero al final, el fallo se ha encontrado en la propia pantalla y las dudas que suscita su manipulación en manos poco cuidadosas.

ALTO PRECIO / El Samsung Galaxy Fold se iba a poner a la venta el próximo viernes a un precio de cerca de 2.000 euros. Ese posicionamiento comercial implica que la firma no puede asumir críticas negativas o dudas sobre la fiabilidad de un producto que debería englobar una nueva generación de móviles de lujo. A nivel mundial, la venta estaba prevista a partir del 3 de mayo. Samsung aseguró antes del lanzamiento de los primeros prototipos que había hecho pruebas equivalentes a cinco años de uso regular, calculando que el usuario abrirá y cerrará el dispositivo unas 100 veces por día. El Galaxy Fold y su pantalla forma parte de una línea de desarrollo de equipos sofisticados que pretende aproximar el uso del móvil al de las tabletas pero con un tamaño plegado similar al de cualquier terminal.