La Reserva Federal de Estados Unidos anunció ayer la subida por segunda vez este año los tipos de interés en un cuarto de punto, lo que los coloca entre el 1,75 y el 2%. Además, reafirmando las buenas perspectivas económicas y una política más agresiva, el banco central estadounidense prevé que habrá dos subidas más este año, hasta un total de cuatro.

Hay que remontarse hasta 2006, antes de la crisis y la gran recesión, para encontrar el último año en que hubo cuatro subidas de tipos en EEUU. La de ayer es la séptima desde que se empezó a abandonar la política extraordinaria de estímulos a finales del 2015.

La subida anunciada era esperada. Con el paro en su nivel más bajo desde el 2000, la inflación subiendo al nivel preferido de la Fed y el crecimiento económico que ahora el banco central estadounidense ya define de «sólido» en lugar de como «moderado», el banco central estadounidense está ganando terreno para tener margen de actuación en caso de que estalle otra burbuja o sobrevenga otra crisis económica.

Y su actualización de perspectivas económicas, presentada también ayer, apoya el camino trazado de subidas, aunque no hay grandes cambios en esas perspectivas. La de crecimiento de PIB para este año se sube una décima hasta el 2,8% y la de tasa de paro se mejora dos décimas hasta calcular que acabará el 2018 al 3,6%.

La decisión de ayer y el anuncio sobre el plan de subidas para el 2018 no quiere decir que no haya riesgos que puedan alterar las cosas. La Fed tiene en su espejo retrovisor las ráfagas de inestabilidad política en países de la Unión Europea como Italia. Pero, sobre todo, sobre la economía global se cierne ahora la amenaza de que se abran varias guerras comerciales derivadas de la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a varios socios comerciales como la Unión Europea, Canadá y China.