La energética Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.546 millones de euros hasta junio, lo que representa un incremento del 46% con respecto al mismo periodo del año anterior y el mejor resultado en un primer semestre del grupo en los últimos diez años, informó la compañía.

El resultado neto ajustado de la petrolera, que mide específicamente la marcha de los negocios, creció un 12%, hasta los 1.132 millones de euros, mientras que su resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 3.811 millones de euros, con una subida del 23%.

El 'Upstream' catapulta un 91% las ganancias

Los resultados se vieron impulsados por el área de ‘Upstream’ (Exploración y Producción), que aumentó un 91% sus ganancias, hasta los 647 millones de euros, gracias a unos mayores volúmenes de producción y las medidas de eficiencia implantadas en los últimos años, junto con el aumento de las cotizaciones internacionales.

Este resultado es el mayor registrado en este área por la compañía presidida por Antonio Brufau en un primer semestre desde el año 2012, cuando el crudo Brent cotizaba a una media de 113,6 dólares por barril, frente a los 70,6 dólares por barril de media de los seis primeros meses de 2018.

Asimismo, la compañía incrementó su producción de hidrocarburos un 6% durante los seis primeros meses del año, hasta alcanzar los 724.000 barriles equivalentes de petróleo diarios de media. Esta subida se debió a la puesta en marcha de proyectos en Trinidad y Tobago, Reino Unido, Argelia y Malasia, así como al aumento de la aportación de Libia y Noruega.

Mientras, el negocio de ‘Downstream’ (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP, Gas & Power) registró un resultado de 762 millones de euros, apoyado en mejoras significativas de las áreas.

La deuda neta del grupo se redujo un 64% respecto al 30 de junio del año pasado y se situó en 2.706 millones de euros al finalizar el semestre, período en el que la acción de Repsol se revalorizó un 14%, por encima del Ibex 35 (18 puntos porcentuales).