La alianza entre Nissan y Renault se prepara para dar un salto. La compañía japonesa y la francesa negocian una fusión para operar como un solo fabricante que plante cara a Volkswagen y Toyota, las dos mayores automovilísticas del planeta, según avanzó ayer la agencia Bloomberg. Ya con participaciones cruzadas, el acuerdo se antoja complicado por la presencia del Gobierno galo en el accionariado de la firma europea.

El principal impulsor de las conversaciones es el brasileño Carlos Ghosn, presidente y consejero delegado de Alliance Renault-Nissan. «Muy probablemente», según informa Bloomberg, será la persona encargada de dirigir la nueva corporación, que mantendría sus oficinas tanto en Japón como en Francia.

No obstante, el gran impedimento para la operación serían los recelos de ambos gobiernos a perder el control de una de las mayores empresas de su país. De hecho, la administración gala posee el 15% de Renault. A pesar de no contar con una participación, el gobierno nipón también debería aprobar la fusión. Una posibilidad para satisfacer a ambos ejecutivos podría ser basar la sede del nuevo fabricante en un tercer país.

Las acciones del grupo francés Renault han subido un 5,8% ante la posibilidad de la fusión con la japonesa Nissan. Los rumores sobre una integración entre ambos grupos son recurrentes, ya que ambas compañías mantienen un intercambio accionarial histórico -desde el año 1999- por el que Renault controla el 43% de Nissan y la firma japonesa tiene el 15% de la marca francesa. También gestionan de forma conjunta una fábrica en Tánger (Marruecos), que se puso en marcha en el 2012,

Objetivos de la alianza / La citada agencia asegura que las conversaciones sobre la integración versan precisamente sobre el pago a los accionistas. A comienzos de marzo, Reuters ya avanzó que la empresa con sede en Yokohama ya intentaba elevar su participación en Renault y hacerse con el porcentaje del ejecutivo galo. Inmersas en la búsqueda de sinergias, ambas empresas buscan así aumentar el ahorro de costes, que se estima en 10.000 millones de euros para el año 2022. Además, el fabricante japonés Mitsubishi se incorporará al grupo a partir del mes de abril. De este modo, las empresas proyectan vender hasta 14 millones de coches en 2022 frente a los 10,6 millones de vehículos comercializados en 2017. El objetivo final, convertirse en el mayor fabricante del mundo y superar a Volkswagen, que el año pasado sacó del concesionario 10,7 millones de automóviles.

Reacción bursátil / La reacción de los mercados no se hizo esperar. Renault llegó a dispararse más del 8% en Bolsa, aunque al cierre ha moderado su avance al 5,8%. El otro gran fabricante francés, Peugeot, ha repuntado un 3,4%. Las marcas alemanas Volkswagen (+4,1%), BMW (+3,0%) y Daimler (+4,0%) han liderado el selectivo europeo Euro Stoxx 50. En Suecia, Volvo Cars ha ganado un 2,2% y en Italia, Fiat, un 2,3%.

Hace tres semanas, el sector automovilístico ya se vio sacudido por la posibilidad de una fusión entre Renault y Nissan. Entonces fue la agencia Reuters la que publicó que Nissan reforzaría su alianza con la marca del rombo mediante la compra de la participación que el Gobierno francés tiene en Renault (15%). Precisamente, la presencia del Estado francés como accionista es considerada el principal obstáculo a una hipotética fusión.